(Aeronoticias).- El avión turco derribado por Siria no presenta ningún tipo de residuo explosivo, por lo menos en la superficie de sus restos del caza, según ha asegurado el ejército turco después de un análisis preliminar del fuselaje.
«Las fuerzas armadas turcas no encontraron ningún tipo de residuo de tipo petróleo ni restos de materia explosiva orgánica o inorgánica en la superficie de las piezas del avión derribado», señalaron en un comunicado las fuerzas armadas turcas, quien aseguraron que aún queda por analizar algunos restos para llegar a la conclusión final.
El 22 de junio, un caza de la fuerza área turca se estrelló en la zona oriental del Mediterráneo después de haber sido derribado por Siria. Turquía afirma que el avión fue derribado en el espacio aéreo internacional por un misil guiado. Pero Siria rechazó la acusación y dijo que el avión turco fue derribado por la artillería antiaérea porque la nave volaba a baja altitud dentro del espacio aéreo sirio.
Lo extraño es que si Damasco reconoció la destrucción de la aeronave, en donde murieron sus dos pilotos, y acusó a Turquía de violar su espacio aéreo, ¿cómo es posible que no se encuentren restos del proyectil?
Esta nueva revelación ha generado mucha confusión en el país. La prensa turca se pregunta ahora cómo ocurrió entonces el incidente, que provocó una grave tensión internacional. Ahora la tesis que apunta a un posible accidente causado por un error del piloto o un fallo mecánico vuelven a cobrar fuerza.
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Por su parte, un ex general del ejército del aire turco, Erdogan Karakus, entrevistado por el periódico ‘Hürriyet’ ha declarado que podría tratarse de un accidente. «No podemos decir exactamente lo que sucedió en el fuselaje de la aeronave no ha sido estudiado, pero Turquía parece cambiar su tesis», añadió.
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