El Estado alemán alcanza el 20% de Lufthansa para rescatarla

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Lufthansa consiguió de manera oficial las ayudas públicas necesarias para reflotar su negocio. Obtuvo unos 9.000 millones de euros.

A cambio, el Estado alemán subirá hasta el 20% su participación en el capital de la aerolínea y tendrá dos asientos en el consejo de supervisión. La empresa fue totalmente privatizada en 1997, con lo que se vuelve a la situación de hace más de dos décadas.

La aerolínea, que emplea a casi 140.000 personas en todo el mundo, está atravesando una grave crisis, con alrededor de 700 de sus 760 aviones inmovilizados, y más del 60% de sus trabajadores a tiempo parcial. En abril, transportaba menos de 3.000 pasajeros al día, en comparación con 350.000 antes de la pandemia.

Su capitalización de mercado se ha reducido a alrededor de 4.000 millones de euros, lo que la hace vulnerable a una adquisición. Y según su consejero delegado Carsten Spohr, el grupo (que también incluye Austrian Airlines, Brussels Airlines, Eurowings y Swiss) está experimentando una hemorragia de “alrededor de un millón de euros en efectivo por hora. Día y noche.

Semana tras semana”.

Por otra parte, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) hizo ayer público un protocolo de higiene y seguridad con el objetivo de garantizar la seguridad de los vuelos en el escenario post Covid-19.

Y, en este caso, acoge una de las grandes reivindicaciones del sector. Tal como había reclamado la Asociación Internacional de Aerolíneas (IATA), no se habla expresamente de dejar libre un asiento entre los pasajeros ni se ponen cuotas máximas al número de viajeros. Este aspecto, que habría reducido considerablemente la tasa de ocupación, era uno de los puntos más conflictivos. Ryanair, que es la aerolínea mayor de Europa, ya había dicho que no habría reanudado sus vuelos en estas condiciones.

Las medidas incluyen el respeto a las distancias de seguridad “siempre que sea posible”, el uso de mascarillas para proteger al resto de pasajeros y medidas de higiene como el lavado o desinfección de manos frecuente, entre otras.

Los acompañantes que no viajen deberán despedirse antes de entrar en las instalaciones y los pasajeros deberán en todo momento facilitar sus datos de contacto. Además, EASA reconoce la eficacia de los denominados Filtros de Aire de Partículas de Alta Eficiencia (HEPA), frente a partículas del tamaño del coronavirus, ya que su acción purifica el aire de cabina que está en permanente circulación y se renueva cada dos o tres minutos, reduciendo así las posibilidades de contagio.

“Nos adherimos a esta guía de EASA que traslada confianza al pasajero de que volar es seguro”, señaló Javier Gándara, presidente de (Asociación de Líneas Aéreas (ALA). Esta asociación sostiene que las medidas a adoptar para mitigar la Covid -19 “deben estar coordinadas a nivel internacional, deben basarse en la estandarización y reconocimiento mutuo de procedimientos”, como vía para dar confianza a los viajeros.

Las aerolíneas han recogido el guante. EasyJet anunció ayer que está a punto de reanudar la actividad. El próximo 15 de junio, será una de las primeras aerolíneas en retomar los servicios conforme se alivian las medidas de aislamiento por el coronavirus.

Comenzará con vuelos principalmente internos, en el Reino Unido y Francia. Se requerirá que los pasajeros, la tripulación de cabina y el personal de tierra usen mascarillas.No se servirá comida y se les pedirá a los pasajeros que mantengan las distancia al sentarse con otros que no estén en su grupo, aunque solo donde haya asientos disponibles. Ryanair tiene previsto despegar el 1 de julio. Una nueva forma de viajar.

Fuente: La Vanguardia.

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