(Aeronoticias).- «Para mí es el mejor», dijo su amigo Franz Beckenbauer cuando el hasta ahora secretario general de la DFB, de 61 años, comenzó a sonar en diciembre como posible sucesor del renunciante Theo Zwanziger.
«Es una buena decisión», consideró el entrenador de la selección, Joachim Löw. El presidente de la Liga, Reinhard Rauball, sostuvo que Niersbach «tiene todas las condiciones para forjar un futuro exitoso para la DFB».
Ex periodista en una agencia de noticias deportivas, Niersbach llegó a la DFB en 1987 como portavoz del comité organizador de la Eurocopa 1988.
Toda una serie de cargos importantes
Desde entonces fue director de medios, vicepresidente del comité organizador del Mundial de Alemania 2006 y secretario general desde 2007.
Con 38 años de fútbol a sus espaldas, el futuro presidente estaba considerado ya el motor de la DFB y destacaba por un enorme prestigio en organismos supranacionales como la UEFA y la FIFA.
Su excelente relación con Beckenbauer comenzó en el Mundial de Italia 90, que Alemania conquistó con el «Kaiser» sentado en el banquillo. Ambos compartieron más tiempo el Mundial de Alemania 2006, cuando Beckenbauer fue representante del país organizador y Niersbach su mano derecha en segundo plano.
Los analistas destacan que pocas figuras están tan familiarizadas con los cambios que ha venido sufriendo el fútbol mundial y alemán en los últimos años. Según supo dpa, entre sus planes figura una reforma estructural de la DFB para convertirla en una moderna empresa prestadora de servicios.
Relación con los medios: un valor especial
También su relación con el mundo de los medios puede cobrar un valor especial: entre sus retos como presidente de la DFB, Niersbach tendrá que revertir los golpes que ha venido sufriendo el fútbol alemán por escándalos de corrupción y un rebrote de violencia en los campos.
Las expectativas despertadas por el nuevo «hombre fuerte» del balompié germano son altas. Hasta la canciller germana, Angela Merkel, le envió un mensaje a través de la revista «Sport-Bild»: «El señor Zwanziger hizo mucho a favor de la integración (de inmigrantes) en el fútbol. Ahora le toca el turno al señor Niersbach, al que observaremos de cerca».
Niersbach mantiene buenas relaciones con el mundo empresarial alemán y está muy bien conectado en el fútbol internacional. Michel Platini, presidente de la UEFA, quisiera contar desde ya con su experiencia en el cuerpo ejecutivo de la entidad, pero tendrá que esperar hasta 2013, cuando Zwanziger le ceda el cargo.
El nuevo presidente del fútbol germano domina con fluidez el inglés y el francés. Es padre de dos hijos y fiel seguidor del Fortuna Düsseldorf, de la segunda división alemana.
DPA / Deutsche Welle
Editor: Pablo Kummetz