(Aeronoticias).- Ricardo Sánchez Serra es analista internacional y preside el Comité Peruano de Solidaridad con el Pueblo Saharaui. Analiza la visita del secretario general de la ONU a los saharauis, la diplomacia marroquí y el cambio de su embajadora en Perú.
Daniel Brousek
¿Cuál es su evaluación de la visita del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon a varios países del norte de África en especial al Sáhara Occidental?
Muy positiva para la causa saharaui. Ha puesto las cosas claras. Todo el mundo tuvo los reflectores en los campamentos de refugiados, que están 40 años en esa condición injustamente por la invasión marroquí a su territorio.
¿Y por qué no fue a Marruecos?
Porque el rey Mohamed VI le mandó decir que “no estaba disponible”, un desaire monumental al secretario general y al propio Consejo de Seguridad de la ONU. Ese monarca feudal tiene más de 250 días de vacaciones al año y “no estaba disponible”.
Marruecos ha señalado que Ban no fue objetivo, entre otros calificativos…Ban Ki-moon, fue más claro que nunca en este problema. Usó la palabra “ocupación” al territorio del Sáhara Occidental. Dijo además que quería impulsar las negociaciones para la autodeterminación del pueblo saharaui y que llamaría al mundo para que ayuden humanitariamente al pueblo saharaui. Para los marroquíes esto es un pecado, pues ellos quieren silencio en el tema y obstaculizan las negociaciones, burlándose de la ONU y de muchos países todo el tiempo.
Pero, la posición marroquí es que el Sahara Occidental es de ellos.
Sus sueños son pesadillas. Ellos mismos se engañan y pretenden engañar al mundo. La Corte Internacional de Justicia de La Haya ya les cerró la boca hace 40 años, en un dictamen categórico en el que menciona que no hay vínculos territoriales entre Marruecos y Mauritania con el Sáhara Occidental. Además, es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, en el que tiene que haber un referendo de autodeterminación, de acuerdo a las Naciones Unidas. Y ya van más de 50 años. Es decir, los saharauis tienen a su lado la historia y el derecho internacional.
¿Por qué entonces Marruecos se encapricha con el Sáhara Occidental?
Es su política nazi de apoderarse de territorios que no son suyos. Lo quiso hacer también con Mauritania y con Argelia, este último país le dio un “tatequieto” en 1963. Marruecos invade Argelia y este la derrota en la “Guerra de las Arenas” y la expulsa a su territorio. Además, Marruecos se apoderó del territorio del Sáhara Occidental por sus riquezas naturales, por ejemplo, el fosfato de Bucraá, el rico banco pesquero, que es el mejor del Atlántico; además de gas, petróleo y minerales que aún no se explotan. Incluso vende la arena de las playas saharauis. Lo peor de todo es la violación a los derechos humanos de los saharauis en el territorio invadido, más el uso de la tortura.
Marruecos ha criticado a los saharauis por el desvío de la ayuda humanitaria a Tinduf
Eso es completamente falso y esta falsedad la propagan por todo el mundo con el fin de que le quiten la ayuda alimentaria a 200 mil refugiados. Son nazis ya le dije, ellos pretenden hacer genocidio a los saharauis. La Unión Europea investigó y concluyó: “No ha habido ninguna evidencia de desvío de la ayuda“.
El gobierno marroquí acaba de cambiar a 70 embajadores en todo el mundo
Sí, acabo de leer una publicación, ese masivo cambio se debe al fracaso de su diplomacia. La Unión Europea le dio la espalda a Marruecos, además porque no etiqueta los productos saharauis como saharauis, ilegal e irregularmente les pone como procedente de Marruecos. La “diplomacia del sobre” y la “diplomacia del fosfato” han fracasado, aunque siempre hay gobiernos, políticos, intelectuales, periodistas y diplomáticos corruptos en todas partes, que hasta los convencen solo por un plato de cus cus o un vino. Es una vergüenza. Y en estos cambios retiran a la embajadora marroquí en el Perú, Oumama Aouad. La destitución de muchos se debió a las revelaciones del hacker “Chris Coleman”, quién publicó documentos clasificados de la diplomacia marroquí.
Usted persiguió a la embajadora Aouad…
Un momento ¡fue al revés! ella me persiguió a mí. Ella buscó que me botaran de los trabajos, habló con directores para que silenciaran mis columnas, habló mal de mí en numerosas reuniones sociales. Hay documentos que ella envía a su Gobierno, revelados por Coleman, en el que dice que yo soy pagado por una potencia extranjera, mintiendo a su Gobierno para justificar que le aumenten el presupuesto para sobornar a periodistas, políticos e intelectuales, para publicaciones y viajes a Marruecos, a Nueva York, a la ciudad saharaui de Dajla, en territorio ocupado. Ella me persiguió con su influencia política, social y económica.
Pero a usted finalmente no le sucedió nada…
Perdí un trabajo, perdí dos columnas de opinión. ¿Qué más quería? ¿Qué atentara contra mí? Yo la hice responsable públicamente por mi integridad y la de mi familia. De esa persecución se hizo eco la Federación de Periodistas del Perú, que la declaró “no grata al periodismo”.
Bueno, ya se retira…
La cambian por su fracaso. Los grupos pro saharauis han crecido por todo el país y durante su gestión se crearon el Comité Peruano de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, que yo presido, Asisaharaui liderado por Michel Azcueta, Asociación Cultural Peruano Saharaui que conduce Víctor Hugo Segovia, entre otras. Tengo que destacar el gran papel que cumplió Javier Diez Canseco con su asociación de amistad Perú-Sahara Occidental. Lo único que hacemos es que el pueblo peruano sepa la verdad sobre la cuestión saharaui, y solicitamos que el Perú restablezca relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática, país que fue reconocido por el Perú durante la gestión del presidente Fernando Belaunde. La cuestión saharaui, no es una cuestión de izquierdas o derechas, es un problema de justicia, de decencia, de valores y de principios.
Algo más que señalar…
Sí. Gracias. El Gobierno peruano debe reflexionar y reconsiderar que condecoren a la embajadora Aouad por simple Protocolo. Ella engañó durante toda su estadía que habría inversiones marroquíes en el Perú. No las hubo. Ella confirmó que su rey vendría a la Cumbre del ASPA, nos mintió, no vino y fue un desaire a nuestra hospitalidad, porque no hubo razones valederas. Durante su labor bajó el intercambio comercial entre los dos países. Y lo más grave de todo: hizo espionaje e intervino en asuntos internos del Perú. Pretendió obstaculizar la labor de los diplomáticos saharauis que venían al Perú. Aouad envió a su Gobierno documentos del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú y del Congreso, sin haberlos obtenido legalmente conforme lo ordena la Convención de Viena. Y ¿que hizo el Perú ante esto? Mejor dicho, ¿qué hicieron malos funcionarios peruanos al respecto? ¡Nada! Miraron al techo y engañaron al presidente. Es oportunidad que se reivindique el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú y eviten condecorarla, porque sería una vergüenza.
