(Aeronoticias) Todos los días consumimos estrés muy elevado pues llegamos a nuestros centros laborales cansados y estresados por el trafico, debido a una enorme cantidad de vehículos y pocas vías alternativas para lidiarlo.
El tráfico se ha convertido en una constante violación de derechos humanos y a su vez una clara demostración de cómo nuestros derechos se vinculan entre sí. Pues parece curioso, pero el trafico vehicular viene provocando un «tráfico de derechos humanos en nuestras vidas».
El estrés con que llegamos a nuestros centros laborales suscita sin duda un bajo rendimiento en nuestra producción diaria; nuestro carácter se altera afectando las relaciones entre compañeros. El estrés daña la salud física y/o emocional; ahora afecta nuestro derecho al trabajo y por ende la seguridad económica de las familias. «Un tráfico de derechos vulnerados»
Urge que las autoridades puedan redoblar el esfuerzo de construir más vías alternativas, modernizar el sistema de transporte, idear qué hacer con tantos vehículos cómo nos ordenarnos, en fin urge atender este tema por la salud colectiva de todos nosotros.
El metropolitano, si bien es un sistema de transporte rápido no menos cierto es que no podemos pagar un costo muy alto de ir aplastados como sardinas, sin ventilación suficiente y este hacinamiento es lo que conlleva al aprovechamiento de inescrupulosos con el acoso sexual.
Señor Alcalde de Lima, Señores Ministros, esperamos que dentro de sus gestiones esto pueda remediarse y dejar un sistema de transporte moderno para el goce efectivo de nuestros de derechos.
Lesly Llatas Ramírez
Abogada jurista docente y defensora de DDHH.