(Aeronoticias).- Un “nuevo tratamiento médico” para mantener en buen estado la salud y prolongar la vida, comprobado científicamente, y carente de efectos secundarios. Aparte del aire, el agua, el sueño, y la alimentación ¿Qué es lo que los seres humanos, especialmente mayores, necesitan tener para gozar de un bienestar psicológico y físico sin que ello incremente su sedentarismo u obesidad? No es el sexo, aunque también puede ser una parte de la solución. ¿Qué es, entonces? Se pueda o no creer, pero tener fuertes lazos con otras personas es tan vital para la salud que ésta mejora notablemente con esos contactos y aumenta significativamente la expectativa de vida. “En el fondo –afirmaba el filólogo Karl von Humboldt— son las relaciones con las personas lo que da valor a la vida”.
Una nueva perspectiva sobre“ser mayor”: La importancia de las relaciones humanas en la salud se ha demostrado en una reciente investigación publicada por Plos Medicine. Ésta analizó los hábitos sociales de 300.000 personas de una media de edad de 71 años. Nunca hasta ahora se había investigado con tanta profundidad la relación entre la falta de contactos sociales y el riesgo de muerte. Éste ha sido,pues, el reto de los autores del estudio pertenecientes al Departamento de Psicología de la Universidad Briham, algo que demandaba tanto el público en general como la comunidad científica.
Los investigadores constataron que la ayuda social, esto es, tener amigos o estrechos vínculos familiares,proporciona numerosos beneficios emocionales que repercuten positivamente en un mejor estado de salud y una mayor longevidad.Además, como dice el escritor Juan Goytosolo, “La vejez es una época envidiable”. No necesitas competir con nadie, salvo contigo mismo”. El objetivo de la vejez no ha de ser buscar el éxito y el reconocimiento de los demás, sino que la satisfacción viene de madurar interiormente.
• Los contactos sociales ayudan a las personas a manejar mucho mejor las dificultades y las emociones desagradables (incluyendo la ansiedad y la ira).
• Los amigos y la familia actúan como ayudadores críticos Tienden a animar los estilos de vida saludables instando a la gente a que duerma más, pierda peso, coma saludablemente, consulte al médico, haga ejercicio, o abandone el tabaco y la bebida.
• Las relaciones sociales dan sentido y propósito a la vida. Y las personas que tienen un propósito son más propensas a cuidarse mejor y evitar innecesarios riesgos para la salud.
• Las conversaciones, los debates y las discusiones con amigos y familiares ayudan a mantener vivo el cerebro, enriqueciéndolo y retrasando la posible aparición de alguna enfermedad mental.
• Si por cualquier motivo temporal, no se puede mantener esta interacción social, leer, escribir, estudiar, o rellenar crucigramas es el mejor complemento. Las personas mayores que disfrutan de estos sencillos entretenimientos, expanden también su mente y la mantienen viva.
Aerobic mental: El cerebro, como el corazón, necesita que haya “circulación” en él para que permanezca en estado saludable. Crecer no sólo es importante en edades anteriores. También lo es en la vejez. De hecho, el aislamiento social en personas mayores es un factor de riesgo para el estrés, la depresión, e incluso para una muerte temprana. Cualquiera de estos riesgos puede dañar la parte esencial del cerebro para la formación de recuerdos y el área cognitiva se deteriora.
Las relaciones humanas, por lo tanto, no sólo mejoran la salud mental, sino que puede constituir un antídoto contra el Alzheimer para prevenirlo o retrasar su aparición. En este sentido, el “aerobic mental” es indispensable cuando se te manifiestan algunos de los siguientes “avisos”:
• Olvidas a menudo información recientemente aprendida (nombres, citas, números de teléfono,etcétera).
• Olvidas realizar tareas sencillas como cocinar o vestirte.
• No puedes evocar palabras sencillas. Por ejemplo, decir: “dame algo para beber esto”, en vez de “dame un vaso”.
Los contactos sociales ayudan a las personas a manejar mucho mejor las dificultades y las emociones desagradables. El verdadero secreto de la salud: Las relaciones humanas ¿Cuáles son los beneficios? Nuestras relaciones sociales influyen positivamente a largo plazo en la salud, a pesar de que las respuestas emocionales o los problemas psicológicos afectan a los procesos fisiológicos (el estrés, la preocupación, la soledad, o cualquier disgusto, puede derivar en una enfermedad somática). Pero esta investigación muestra que disponer de recursos sociales está relacionado con una mejor reacción inmunológica, mantener una tensión baja, y reducir los procesos inflamatorios en un buen número de enfermedades.
Como ejemplo, la Dra. Holt-Lunstad cita un estudio en el que los participantes llevaron un dispositivo que medía la tensión durante un período de 24 horas. La prueba demostró que las personas que tenían ayuda social, estos es, contaban con familia o amigos con los que relacionarse, tendían a tener una tensión más baja que los que carecían de tales contactos. Con todo, y, con independencia de los numerosos estudios que demuestran que las relaciones humanas están asociadas a un mejor estado de salud, aún no están claros los mecanismos exactos por lo que esto es así. ¡Pero es así!
Los científicos acostumbraban a creer que cada uno de nosotros nacía con un número de células que las íbamos perdiendo con la edad. Pero ahora se sabe que el cerebro tiene la capacidad de generar nuevas células cada día. Esto sugiere que es mucho lo que podemos hacer para ayudar a que nuestras mentes permanezcan activas y que los cambios y progresos sean posibles a cualquier edad.
La epidemia de la soledad y el abuso de la moderna tecnología Los seres humanos somos de naturaleza sociable, pero muchos problemas de la vida moderna empiezan con el aislamiento. Por ejemplo, en nuestra moderna y móvil sociedad hay muchas personas que viven lejos de todos o de la mayoría de sus miembros familiares. O que, por la falta de tiempo no cultivan sus amistades. Otras, tardan en casarse o emparejarse y tener hijos. Como consecuencia de todo ello, cada vez son más las personas, no sólo mayores sino de todas las edades, que viven solas. La soledad se está convirtiendo, pues, en un problema creciente que afecta a la salud, salvo si es una “soledad deseada”.
Por otro lado, el incremento popular del abuso de la tecnología, hace que muchas personas estén pegadas a su ordenador o teléfono móvil demasiado tiempo, lo cual inhibe el desarrollo de unas relaciones personales estrechas y reales (no virtuales). Y, aún reconociendo que Internet también propicia que la gente se comunique entre sí, la tecnología no puede reemplazar al contacto personal.
En este sentido, otros estudios han demostrado que el toque físico de una persona querida tiene comprobados beneficios para la salud del receptor del mismo, incluyendo el de la reducción del dolor físico o psicológico, y el de mantener una tensión baja. Los pacientes cancerosos que reciben el contacto físico de amigos o familiares, por ejemplo, declaran sentirse mucho mejor que aquellos que carecen de esas caricias.
Y es que, muchas veces, las muestras de afecto a base de toques físicos dentro de las relaciones humanas pueden ser más eficaces para combatir el estrés, la soledad, o ladepresión que cualquier medicamento.
El verdadero secreto de la salud: Las relaciones humanas
Se sabe que el contacto físico reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés) y aumenta los de sustancias químicas cerebrales asociadas a la sensación de bienestar. Actualmente, muchos científicos y terapeutas reconocen hoy el poder de tocarse en simples gestos como dar una palmada en la espalda, coger una mano, compartir un abrazo, posar el brazo sobre los hombros de alguien, presionar ligeramente el antebrazo o el típico apretón de manos dado con afectuosidad. Esto explicaría porqué las personas que viven solas tienen
peor salud.
DECÁLOGO DELAS PERSONAS MAYORES.
1. Toda persona mayor debe sentirse orgullosa de haber alcanzado una edad avanzada en aceptables condiciones físicas y mentales.
2. La vejez puede y debe ser una etapa tan positiva como cualquier otra: productiva, creativa, afectiva y plena en cuanto a relaciones sociales.
3. Bajo ningún concepto debe tolerarse discriminación por razones de edad.
4. La dependencia no es consecuencia de la edad, sino de los problemas de salud.
5. Debe tratarse de disminuir la frecuencia e intensidad de la dependencia.
6. La atención geriátrica es un derecho básico al que deben tener acceso las personas mayores que la necesiten.
7. No se debe admitir el fomento de temores sobre sus derechos de pensiones y atención sanitaria de las personas mayores (uno se retira del trabajo,¡no de la vida!).
8. Deben potenciarse sus capacidades intelectuales, creativas, formativas, y de relación social dados los beneficios que tales actividades propician en su salud.
9. Fomentar su derecho a relacionarse, a salir a espacios públicos, y a no ser discriminadas socialmente.
10. No debe asociarse vejez con etapa terminal.
** Algunos puntos de este decálogo han sido inspirados en los de la Sociedad Española de Geriatría.
Relaciones humanas: calidad antes que cantidad.
Llegados a este punto, algunos lectores se preguntarán ¿Qué pasa con los amigos o miembros familiares que no te son gratos? Bien, hay evidencias científicas de que las “relaciones negativas o tóxicas” pueden perjudicar nuestra salud. En este caso, mejor que usar este tipo de amigos o familiares como una excusa para aislarse y convertirse en un solitario, es tratar de mejorar las relaciones que son realmente gratificantes, además de buscar más oportunidades para desarrollar otras
nuevas. Vivir sin amigos es no vivir.
En las relaciones humanas es mucho más importante la calidad que la cantidad. Puedes estar con cincuenta personas a tu alrededor y aún así “sentirte solo”. Mejor tener un verdadero confidente o alguien al que si le pides un favor tú sabes que no te defraudará, que tener miles de amigos en Facebook (decía Pío Baroja que “sólo los tontos tienen miles de amigos”).
Cualquiera que sea la causa de tu soledad –una negativa percepción de tí mismo o de los demás, escasas habilidades sociales para relacionarte, falta de una persona de confianza, dolencias o declive físico que te han ido aislando, o incluso tu idealista visión del mundo–, ya sabes ahora que hay un “tratamiento médico” que puede ser muy reconfortante: ¡llama hoy mismo a un amigo!
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Ideas sencillas para entablar nuevas amistades o cultivar las que ya tienes:
La capacidad de atraer amigos es uno de los más importante factores para mantener un buen estado de salud. Los amigos refuerzan la autoestima, el sistema inmunológico. y alejan la depresión y la soledad. Las fórmulas pueden ser muy diversas, en función del carácter personal de cada uno. Pero las siguientes pueden ser muy recomendables para todos:
Adaptación: no trates de que los demás se adapten a tus planes, si los tuyos no coinciden con los de ellos. Sé flexible y sugiere una alternancia de gustos para que ambas partes quedéis complacidas.
Citas periódicas: programa una cita en una cafetería, uno o dos días por semana, aunque creas que no hay motivos para charlar. Seguro que surgen. Basta con leer el periódico, eso sí, si no te limitas sólo a ver las esquelas o el tiempo que hace en Miami o Berlín, porque allí tienes algún amigo ó nieto trabajando.
Turista en tu propia ciudad: explora tu ciudad como si fueras un turista más. Visita sus museos, y participa de los eventos culturales que se organicen en ella: conciertos, conferencias, exposiciones de arte, o acude a ver los entrenamientos de tu equipo deportivo favorito. En cualquiera de estos ambientes tendrás oportunidad de iniciar una conversación con personas que tienen tus mismos gustos.
Frecuenta bibliotecas: si te apasiona la lectura, no te limites sólo a practicarla en casa. Acude también a alguna biblioteca y tendrás la ocasión no sólo de elegir nuevos títulos o leer revistas de actualidad en la zona acotada para ello, sino de entablar relación con personas que comparten tu pasión por la lectura. Se hacen más amigos llegando a interesarse por los demás, que tratando de interesar a los demás por uno mismo!
Aceptación: una buena amistad permite la expresión eventual de un enfado o de alguna tontería. Nos permite manifestar las diversas facetas de nuestra personalidad sin temor a un severo juicio de los demás. El sentimiento de ser valorado tal como eres promueve nuestra completa armonización con los demás.
Expresión directa: engatusar, camelar, manipular o criticar por la espalda a los otros son barreras para una comunicación positiva. Cuando la gente sabe lo que los demás quieren de ella se establece una comunicación clara. Ambas partes se encuentran en una favorable posición para llegar a acuerdos y satisfacer las necesidades mutuas.
Empatía: esta cualidad implica un esfuerzo por entenderlos sentimientos y las creencias de los otros (aunque éstas no estén de acuerdo con las de uno). Empatía significa, ante todo, escuchar e identificar y comprender los sentimientos de los demás y transmitirles tu comprensión.
Defectos que envenenan una amistad.
Culpar: cuando trasladas la responsabilidad de tus acciones o sentimientos a los demás para evitar tu implicación en ella, estás poniendo en grave peligro una relación de amistad. Si una persona es lo suficientemente honesta para reconocer sus culpas o errores y conseguir ser perdonada, podrá ser tolerante con el fallo de sus amigos.
Exceso de dependencia: algunas personas han perdido contacto con sus propios valores y necesitan permanentemente a los demás para apoyarse. Este tipo de personas se siente incapaz de estar solas. Quiere crecer y realizarse dependiendo de algún amigo hasta agotarlo e impedir que éste tenga vida propia.
Mala educación: es un grave defecto no dejar terminar lo que el otro está diciendo, su insistencia en presumir que “lo sabe todo”, o dar consejos sin que nadie se los haya pedido. Quienes así se conducen están cerrados no sólo a nuevas ideas, sino que demuestran no estar interesados en lo que los demás dicen ni en compartir sus emociones (la amistad implica sentimientos mutuos).
No respetar las “Reglas de Oro”: la mayoría de nosotros quiere las mismas cosas de la amistad: honestidad, confianza, lealtad, ayuda, empatía, diversión, y compartir sentimientos. Si tú no obtienes esto de una amistad, pregúntate: ¿ofrezco yo las mismas cosas a los demás
que las que yo quiero para mí?
Reuniones en casa: si ya tienes algunos amigos, felicidades. Pero cultívalos. Invítalos a tomar un trago en casa con cualquier pretexto (por ejemplo: has alquilado una buena película para TV). Y, si te lo puedes permitir, organiza una cena sugiriéndoles que traigan algo de
postre o lo que quieran. Pero antes de cenar, propicia una charla entre todos para que la gente socialice. Y no olvides, si es posible, invitar al mismo número de hombres que de mujeres para que emparejen en la mesa ¡no para toda la vida!
Reciprocidad: si algún vecino te riega las plantas en tus vacaciones o ausencias o te recoge el correo, debes estar dispuesto a corresponder con los mismos servicios u otros parecidos que él te proponga. La reciprocidad dar y recibir es parte de la base de una amistad: hoy por mi, mañana por ti.
Actividades sociales: planea actividades de tus preferencias o atrévete a iniciarte en algunas nuevas.
Hay múltiples centros comunitarios para inscribirte en talleres de arte, baile, teatro, idiomas, coros,etcétera. O, incluso aprende a cocinar hasta convertirte en un auténtico gourmet. Si tienes amigos, sedúceles para que te acompañen a estas nuevas aventuras. Y si no los
tienes, este es un campo abonado para propiciar nuevas amistades. También lo es participar en algún voluntariado.
Actividad física: si quieres mantener un buen estado de forma física, hay numerosos deportes que pueden ajustarse a tus gustos y al esfuerzo adecuado a tu cada edad:tenis, natación, golf, footing o, simplemente, andar. Invita a algún amigo a sumarse a esta saludable
iniciativa. El ejercicio físico mejora la habilidad para procesar y recordar información. ¡Elige el deporte que más te haga sonreír!
(Reportaje Revista española «Sesenta y más).
