(Aeronoticias) Juan Cruz Castiñeiras entrevistó al Jefe de la Delegación de la Unión Europea en Argentina Embajador Alfonso Diez Torres.
¿Qué nos puede decir de la importancia de la Unión Europea a 70 años de la Gran Guerra que devastó, prácticamente, a Europa?
Precisamente, la Unión Europea surge se podría decir el 9 de mayo de 1950, 5 años después de concluida la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de que esas guerras no vuelvan a producirse, y hacer que las guerras materialmente imposibles. 65 años después vemos que somos 28 países y el objetivo es lograr la paz y estabilidad. En 2012 se reconoce a la UE y se obtiene el Premio Nobel por ese gran logro y enseñanza histórica que la mejor forma de evitar conflictos es unir y crear intereses comunes.
Usted que vivió como diplomático español la creación de la Comunidad Europea, la Unión Europea, ¿ve que las asociaciones regionales como MERCOSUR y UNASUR son lo que fueron las asociaciones europeas en sus inicios?
Los proyectos de integración son diferentes porque las condiciones sociales, económicas e históricas son diversas. No cabe duda que los procesos de integración de América Latina y eso es algo positivo y satisfactorio se inspiraron en alguna forma en los procesos de integración europeos. En algún momento algunas iniciativas como MERCOSUR adoptaron una estrategia que iba en parte dirigida e inspirada por lo que ha sido el proceso de integración europeo que se caracteriza por tener una firme base económica para de alguna forma progresiva ir tramando intereses comunes para fortalecer esa unión. El objetivo último era borrar el espectro de la guerra que fue una constante en la historia europea. En esta región la historia es otra, quizás las presiones para la integración no han sido tan fuertes como las de Europa donde era una cuestión de guerra o paz, de vida o muerte. Eso hace que pueda entenderse que haya sido un proceso más lento, más dificultoso, porque evidentemente integrar economías diferentes es un proceso que requiere una gran visión de estado que supere el corto plazo. La experiencia europea prueba que, más allá de los vínculos políticos y culturales que se puedan establecer, sino no hay una base sólida en que las economías de los países que integran realmente esa alianza sería muy endeble y con pocas posibilidades de expandirse y de consolidarse
Muchos hablan de que sería interesante que en América del Sur haya una moneda en común. En este caso la experiencia del EURO, ¿usted piensa que fue enriquecedora para Europa o es mejor que las economías conserven su propia moneda?
La experiencia del Euro, la crisis donde algunos vaticinaban un posible colapso de la zona euro y de la moneda, lo que sí reveló fue que entrar en una fase de unión monetaria implicaba atravesar unos pasos previos de integración comercial y económica; y cuando estas fases están ya consolidadas se pueda plantear la idea de crear una moneda única que es una fase superior de esa integración económica. Para tener una moneda única se necesita una integración de los aspectos comerciales y financieros, para llegar a este paso es necesario previamente un proceso muy avanzado de integración económica.
¿Las cumbres como las de ALC-UE (América Latina y el Caribe- Unión Europea) sirven para fortalecer la unión regional y para aprender de la UE como lograr una verdadera y plena integración?
Siempre está este debate, si las cumbres sirven en ese sentido, hay quienes critican esas cumbres que se consumen a veces en declaraciones que no conducen a nada. Haciendo una autocrítica y sin caer en la autocomplacencia hay que tomar las cosas con cierta modestia y sobre todo con sentimiento de la necesidad de avanzar progresivamente y paso a paso. Creo que en ese sentido las cumbres cumplen un papel importante porque de alguna forma visualizan esa relación y sirven de punto de referencia para avanzar en objetivos concretos. Obviamente cuando trabajamos con niveles tan amplios de estados no es tan fácil lograr resultados que sean visibles pero son importantes. Entiendo que las cumbres no van a cambiar la realidad de la noche a la mañana pero son necesarias para la integración y cooperación entre ambos continentes.
Un tema muy interesante de la UE y de los países miembros es la cooperación internacional para el desarrollo de ciudades como pasó con la cooperación española en Villa El Salvador en Perú. ¿Cómo es el tema de la cooperación, sobre todo, en materia económica que ustedes brindan?
La UE si de algo puede estar orgullosa además de su propia historia y de los objetivos alcanzados es que es una institución que no se ha plegado en sí misma sino que tiene una proyección exterior y prueba de ello es que es el principal donante del mundo y prácticamente la UE y sus estados miembros aportan casi el 50% de la ayuda mundial, ese compromiso se ha mantenido en los momentos más duros de la crisis. Eso es un claro indicio de vocación de solidaridad y querer lograr el objetivo de la erradicación de la pobreza en el mundo. La UE ayuda principalmente a los países menos desarrollados pero tenemos otra forma de cooperación para países con otro nivel de desarrollo, lo hacemos con ayuda técnica o en campos como investigación en ciencia y tecnología. Los países de América Latina afortunadamente han superado la fase de desarrollo y ojalá en un futuro sean países plenamente desarrollados.
Se dice que se va a sacar el requisito de visas para colombianos y peruanos al entrar a la UE, ¿qué sabe al respecto y si se va a efectivizar en los próximos años?
Esto fue una iniciativa y propuesta de la comisión europea que ya fue aprobada como corresponde por el Consejo de Ministros de la UE.
Únicamente queda para que sea efectivo, para que entre en vigor, que se cumpla el requisito que la comisión cada cierto tiempo monitoree la situación y política fronteriza de esos países. Creo que esto una cuestión que está bastante próxima a su entrada en vigor, no tengo información en que momento exacto se producirá pero me consta que está el tema muy avanzado.