(Aeronoticias): El término «infarto ocular» puede sonar alarmante, pero es importante entender que se refiere a una afección médica rara pero potencialmente grave que afecta los vasos sanguíneos en el ojo. Aunque es poco común, los expertos en oftalmología explican los riesgos y los síntomas que las personas deben conocer.
¿Qué es un Infarto Ocular?
Un infarto ocular, técnicamente conocido como oclusión de la arteria retiniana o infarto de la arteria retiniana, es una condición en la cual uno de los vasos sanguíneos que suministra sangre a la retina se bloquea, impidiendo que la sangre fluya adecuadamente. La retina es el tejido sensible a la luz en el fondo del ojo, y cuando no recibe suficiente sangre, puede causar daño permanente a la visión.
Factores de Riesgo y Causas
Los factores de riesgo para un infarto ocular incluyen hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, tabaquismo y antecedentes de coágulos sanguíneos. La causa principal es un émbolo (generalmente un coágulo sanguíneo o una placa de colesterol) que se desplaza desde otra parte del cuerpo y bloquea una arteria en el ojo.
Síntomas y Detección
Los síntomas de un infarto ocular pueden incluir una pérdida súbita de la visión en uno o ambos ojos, que puede variar en gravedad. La visión borrosa o la visión de «cortina negra» son síntomas comunes. Es importante buscar atención médica de inmediato si se experimentan estos síntomas, ya que el tiempo es crucial para minimizar el daño a la visión.
Prevención y Tratamiento
La prevención de un infarto ocular se centra en controlar los factores de riesgo subyacentes, como la presión arterial alta y la diabetes, y llevar un estilo de vida saludable. Las personas con riesgo elevado deben someterse a revisiones regulares y seguimiento médico.
El tratamiento de un infarto ocular a menudo se enfoca en disolver o retirar el émbolo que bloquea el flujo sanguíneo. Esto puede incluir el uso de medicamentos o procedimientos más invasivos, según la situación. Sin embargo, la recuperación total de la visión puede no ser posible en todos los casos.
En resumen, aunque el infarto ocular es poco común, es una afección seria que puede causar daño visual permanente. Conocer los factores de riesgo y los síntomas, y buscar atención médica de inmediato si es necesario, es esencial para la prevención y el tratamiento efectivo de esta condición.
Fuente: El Comercio.