Ganado poco propicio en la tercera de abono

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(Aeronoticias).- Con algo más de media plaza se dio inicio a la tercera de abono. Parten plaza César Jiménez, de azul y oro, Juan Carlos Cubas de sangre de toro y oro e Iván Fandiño de lila y oro, quienes debían entenderse con 6 toros colombianos de San Esteban de Ovejas.  Como siempre el público ovaciona a los diestros que salen a saludar al término del paseíllo.

Los toros colombianos han decepcionado esta vez, disparejos de presentación con más de uno anovillado motivando las protestas del público. Mi impresión es que parecían estar muy corraleados.

César Jiménez  está más cuajado y se le nota seguro en la cara del toro. En su primero, que desparramaba mucho la vista estuvo evidentemente  por encima de su enemigo, llegando a dar buenas series con la derecha. Luego de un pinchazo deja media en buen sitio de la cual dobla el toro. Aquí debo criticar una acción del puntillero que al acercarse al toro que había doblado, antes de clavar la puntilla introdujo al toro el resto de la espada, acción que si fue apreciada por el palco debería merecer una multa. Hay ovación para el torero. En el cuarto poco pudo hacer el madrileño pues el toro carecía de bravura. Hay mucha voluntad  pero nada más porque el enemigo no se presta al lucimiento. Hay leves palmas.

Ayer hemos visto a un Juan Carlos Cubas desconocido, muy desconfiado y notoriamente distinto al Juan Carlos de las dos temporadas anteriores. Cierto es que su primero tenía muy malas ideas, toro muy peligroso que incluso parecía toreado, pero nuestro paisano no hizo mucho por dominarlo. Brinda a los médicos de la enfermería, seguramente recordando su atención en la cogida del año pasado.  En los pases de tanteo se nota que el toro tiene peligro y no sirve. Entra a matar sin intentar faena y deja un bajonazo y descabella. Hay pitos para toro y torero. El quinto es el más grande del encierro. Poco hay con el capote pues se nota la desconfianza del matador. El toro recibe dos picotazos y Juan Carlos pide el cambio; craso error a nuestro juicio pues el toro requería por lo menos un puyazo bien puesto. La faena de muleta es deslucida porque el torero toma muchas precauciones. El toro está crecido por el poco castigo y va poniendo en apuros al matador que no se apodera de él y solo se dedica a dar pases muy despegados. Mata de una estocada entera perpendicular que hace necesario que descabelle. Pitos fuertes para el matador que termina con una lesión en la mano izquierda. Lamentable actuación de este torero peruano que aunque es cierto no ha estado bien, consideramos desproporcionada la actitud de un sector del público que exagera las críticas llegando, incluso, al insulto. Personalmente creo que Juan Carlos Cubas es un buen torero  y que el fracaso de hoy no debe desanimarlo, antes bien debe servirle  de acicate para que en la próxima Feria vuelva a estar presente y pueda sacarse el clavo.

Iván Fandiño ha sido el triunfador de la tarde cortando una oreja en cada toro. Recibe a su primero, un bonito jabonero, con verónicas armoniosas y mandonas siendo ovacionado. Inicia la faena en los medios con una serie de ayudados por alto que encienden a los tendidos. Suena la música y vienen series con la derecha citando desde largo. Con la izquierda el toro no permite el lucimiento y enfría un poco la faena. Vuelve a la mano derecha y culmina con ceñidas manoletinas. Mata de estocada entera y descabello y corta una oreja. El sexto es un toro también difícil como varios de sus hermanos. No es picado prácticamente pues apenas siente el picotazo sale huyendo; el picador no domina pues en estos casos cuando el picador debe recurrir a manejar el caballo y tapar la salida para poder picar sin excesos pero con eficacia. Muchos picotones que no castigan y que originan demasiados capotazos para volverlo a poner en suerte. La faena de muleta es iniciada en los medios tras el brindis al público y son series de cambiados por la espalda con pases por alto que remata con uno de pecho. Hay calor en el tendido y buen toreo con la derecha. Por la izquierda la cosa cambia pues el toro es incierto por ese lado. Feo detalle, además, el de quitarse las zapatillas sin que lo justifique razón alguna, recurso efectista que impresiona a turistas o a público poco entendido. Finaliza de una muy buena estocada arriba y un certero descabello y corta la segunda oreja que le vale salir en hombros. Tal vez pudo verse mayor dominio apoderándose del toro, para lo cual era necesario comenzar la faena doblándose y castigando ante la poca eficacia de la suerte de varas, pero hoy eso no gusta al público y a los aficionados nos queda solo añorarlo.

Destacable una vez más la importante actuación de Dennis Castillo. Clavó dos excelentes pares de banderillas al segundo de la tarde siendo obligado a saludar montera en mano, y en la brega con su buena colocación y eficacia como es habitual. Cada día lo vemos mejor. También fue obligado a saludar Doni Camargo en el quinto por colocar dos buenos pares. También destacable la brega de El Loro.

Ganado poco propicio en la tercera de abono

 

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