(Aeronoticias).- Por cometer actos de genocidio contra el grupo étnico ixil durante 1982 y 1983, un tribunal penal de Guatemala condenó al exdictador José Ríos Montt a 50 cincuenta años de cárcel, y otros 30 años por crímenes de guerra.
Demoraron mucho. Recién en 2004 el gobierno de Guatemala admitió ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos que Ríos Montt ejecutó genocidio. El 26 de enero de 2012 comenzó la instrucción de apertura de juicio.
A horas antes de conocerse el veredicto, el presidente guatemalteco Otto Pérez declaró que su gobierno respetará la decisión del tribunal, indistintamente de su resultado. «Guatemala avanza dentro del respeto a los valores democráticos. Hace 20 años un proceso de esta naturaleza era, sencillamente, impensable», expresó Pérez.
Tras conocer el resultado, José Ríos Montt, quien solía citar pasajes bíblicos durante su dictadura, tachó el proceso como «show político internacional que afecta el alma y el corazón de los guatemaltecos».
Las declaraciones vertidas durante el juicio al exdictador Ríos Montt incluyeron pasajes de violaciones sexuales masivas por parte de los militares guatemaltecos durante el gobierno de Efraín Ríos contra la etnia ixil. «En la casa estaba mi hija, de unos 17 años, y dos de sus hermanos pequeños. Los soldados la desnudaron, le separaron las piernas con fuerza y empezaron a violarla, enfrente de los niños, quienes lloraban de miedo», relató una testigo.
Las incursiones militares se dieron en un contexto de represión contra guerrilleros por parte tanto de fuerzas establecidas como por parte de paramilitares, Los abusos sexuales cometidos por las fuerzas estatales, según el informe de Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi), de la Conferencia Episcopal Guatemalteca (CEG), representan uno de cada seis casos de las masacres ejecutadas por parte de los hombres de Ríos Montt.
Con información del diario El País.