(Aeronoticias).- Hace un año, un vuelo de Germanwings partió de la ciudad española de Barcelona rumbo a la alemana de Dusseldorf pero cuando volaba sobre los Alpes franceses algo sucedió.
El último contacto con la cabina de control fue a las 9.30 GMT. Aproximadamente a esa hora se cree que el piloto dejó la cabina para ir al baño. Un minuto después comenzó el fatal descenso.
Cuando el piloto intentó volver a entrar no pudo. En las grabaciones de la cabina se escuchan golpes contra la puerta y voces.
Su copiloto, Andreas Lubitz estaba haciendo descender el avión deliberadamente. Diez minutos después, la nave se estrelló contra las escarpadas montañas.
No hubo ningún sobreviviente. En total, murieron 150 personas entre pasajeros y la tripulación a bordo.
Una vez abierta la investigación, surgieron las preguntas sobre el diseño de las puertas de las cabinas de los aviones y la necesidad de crear mecanismos para evitar tanto que el piloto se quede solo como que impida la entrada a alguien desde fuera.
Cuando se cumple el primer aniversario de tragedia cabe preguntaste ¿hubo algún cambio?
¿Por qué no pudo entrar?
El piloto de Germanwings no tuvo forma de volver a la cabina, en parte, por el cambio de normas en la seguridad que se impusieron como consecuencia de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra las torres gemelas en Nueva York.
La facilidad con la que entraron los secuestradores de los aviones con los que cometieron los atentados contra el corazón finaciero de Estados Unidos hace quince años llevó a las autoridades a modificar el protocolo de seguridad para que las puertas quedaran siempre cerradas y bloqueadas y se diseñaron para que fueran prácticamente impenetrables.
Los cambios después del 11 de septiembre
– La puerta de la cabina del piloto se fabricó de materiales más resistentes para prevenir el acceso de atacantes.
– Un teclado fuera de la cabina permite el acceso con un código a los miembros de la tripulación por si el piloto está incapacitado.
– El piloto dentro de la cabina puede rechazar la entrada incluso si alguien introduce el código desde fuera.
Andreas Lubitz se aprovechó de esta circunstancia para llevar a cabo su plan.
Pese a que se puede entrar a la cabina desde fuera introduciendo el código de seguridad en un teclado que está fuera de la cabina, el piloto puede bloquear el acceso desde dentro.
Después del desastre surgió la cuestión sobre si debería haber alguna forma de anular el bloqueo, pero dicha anulación podría ser utilizada también por posibles atacantes.
En vez de eso, las aerolíneas han cambiado sus políticas.
Cambio de normas
Lufthansa, propietaria de Germanwings – que ahora opera como Eurowings- al igual que la mayoría de las aerolíneas han cambiado sus normas para que sea obligatorio que dos miembros de la tripulación estén sentados en la cabina todo el tiempo “como medida de precaución”.
Otras aerolíneas europeas como Easyjet, Monarch Airlines y Thomas Cook se sumaron a esta medida, mientras que Ryaneir y Flybe, ya la habían puesto en práctica.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, en inglés) recomienda que “las aerolíneas deben asegurarse que al menos dos miembros de la tripulación, incluido al menos un piloto cualificado, están en la cabina todo el vuelo o poner en práctica otras medidas de seguridad equivalentes”.
La institución está por publicar en el plazo de un mes los resultados de una consulta a las compañías aéreas, a los pilotos y la tripulación sobre la eficiencia de esta medida.
Sin embargo, tener dos personas en la cabina del piloto no es una protección ante un piloto suicida. Ha habido varios incidentes en los que el avión fue estrellado deliberadamente aunque hubiera dos personas presentes.
Fuente: Aviación al día.