(Aeronoticias).- El solo nombre de Davos inspira visiones de potentados llegando de todos los rincones del globo en sus aviones privados para discutir con otros potentados los grandes temas de la economía y la política.
El Foro Económico Mundial de Davos, que comenzó hoy en la localidad suiza del mismo nombre, no es el tipo de evento en el que uno se imagine que los asistentes se preocupen por la cuenta.
El solo nombre de Davos inspira visiones de potentados llegando de todos los rincones del globo en sus aviones privados para discutir con otros potentados los grandes temas de la economía y la política.
Pero este año algunos factores han extremado el costo de asistir al evento que reúne a los “amos del universo”.
El franco suizo por las nubes.
Una de estas consideraciones tiene que ver con la cotización del franco suizo.
El pasado 15 de enero, la divisa suiza aumentó dramáticamente su precio frente al euro y las demás grandes monedas.
Un dólar estadounidense, que antes compraba 97 céntimos de franco, pasó a representar apenas 88.
Ese movimiento cambiario es el fruto de la decisión de las autoridades monetarias suizas de dejar de intervenir en el mercado, como llevaba haciéndolo por varios meses para evitar que el franco suizo se revaluara frente al euro.
Y refleja, al igual que el evento de Davos, la atracción que Suiza ejerce sobre los poderosos.
Para muchos inversores europeos temerosos de las turbulencias de la eurozona, Suiza se ha convertido en un refugio de estabilidad.
El mercado decide.
Para bien o para mal, la semana pasada Suiza aceptó que no podía contener más a las fuerzas del mercado, dejando en manos de éste el valor de su moneda.
Pero el resultado de esa decisión fue que en un solo día se aumentó en 14% el costo de atender el evento para muchos de los millonarios que tenían el evento en su agenda.
No es que Davos haya sido pensado alguna vez como un evento accesible a las masas.
Según informa la agencia Bloomberg, los organizadores del Foro Económico Mundial se disponen a incrementar la tarifa anual para la categoría superior de membresía corporativa, que ahora costará US$ 673,000.
Y un ticket individual estándar para cada ejecutivo que asiste al evento en Davos llega a los US$ 20,000.
Un honor que cuesta.
Lo que no quiere decir que en Davos escasearán los multimillonarios esta semana. Entre los más conocidos, estarán presente Bill Gates, así como el llamado Bill Gates asiático, Jack Ma Yun, presidente del sitio alibaba.com, entre los 1,500 dirigentes empresariales que coincidirán en la exclusiva villa suiza.
Pero no todos los que viajan a Davos son capitanes de la industria y las finanzas. También estarán presentes 40 jefes de Estado y de gobierno incluyendo a François Hollande, Li Keqiang y Angela Merkel.
Y además 800 directivos y representantes del sector público y de organizaciones no gubernamentales, como Winnie Byanyima, la directora ejecutiva de Oxfam, entidad que acaba de publicar un polémico informe criticando la desigualdad en la riqueza global. O Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva del organismo de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer.
Estas últimas dos dirigentes participarán precisamente en un panel sobre la desigualdad del ingreso.
El costo de una Big Mac.
Varios de los representantes de estas organizaciones benéficas y gubernamentales son invitados por el foro a asistir sin pagar derecho de admisión.
Pero cualquier viajero a Suiza enfrentará los costos de uno de los países más caros del mundo.
La revista The Economist, autora del célebre índice de costo de vida basado en lo que vale una hamburguesa Big Mac en las distintas capitales mundiales, estimaba en julio de 2014 que Suiza era el segundo país más caro de su muestra global, después de Noruega.
El costo de una cena de hamburguesa que llega a US$ 2.57 en Argentina o US$ 4 en Costa Rica, se eleva a US$ 6.83 en Suiza. Pero probablemente los asistentes a las reuniones de Davos no estarán comiendo en McDonald’s.
El hotel Seehof, uno de los más destacados de la localidad, cobrará 135 francos suizos, o poco más de US$150, por su cena estándar.
Un buen negocio
Por supuesto, se puede alegar que el hecho que estos personajes, entre los cuales están muchos de los empresarios más exitosos del mundo, recurrentemente paguen pequeñas fortunas por asistir, es prueba de la utilidad del foro de Davos.
Presumiblemente la publicidad que genera su participación en el evento, las conexiones personales que pueden establecer con presidentes y gerentes, o la camaradería especial que se desarrolla en los pasillos del poder, son todos beneficios intangibles que bien pueden justificar el gasto.
Y en cualquier caso, si algunos de estos líderes encuentran que asistir al evento principal en Suiza resulta demasiado costoso por los astrónomicos costos del país europeo, el foro se está acercando a ellos.
La entidad detrás del encuentro de Davos organiza una serie de eventos satélite en otras regiones del mundo.
Por ejemplo, en 2015, llevará a cabo su reunión de América Latina en México y la de 2016 en Colombia. Donde, al menos, la hamburguesa Big Mac cuesta apenas US$ 4.65.
Fuente: Gestión
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