¡Por qué sí hay que creerle al Sodalicio!

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(Aeronoticias).- Algunas víctimas de abusos por parte de algunos miembros del Sodalicio piensan que no son sinceras las expresiones de perdón y deseo de reconciliación por parte del Consejo Superior, es decir, de las nuevas autoridades de la institución.

En parte es comprensible la duda, porque son varios años en los que se clama justicia y la costumbre en la Iglesia era el secretismo y se creía inverosímil que puedan ocurrir esos casos de abusos, más aún viniendo de personas piadosas, supuestamente intachables, de quien no se podía poner en tela de juicio.

Pero las faltas o actos delictivos ocurrieron y el nuevo Consejo Superior ha tomado el toro por las astas y se ha comprometido públicamente a castigar a los culpables. Desgraciadamente por estatutos no puede sancionar a Luis Fernando Figari –uno de los principales encausados- y ha solicitado a El Vaticano que lo realice. Por lo pronto este último lo ha confinado y aislado en un local en Roma y no puede venir al Perú salvo que las autoridades judiciales lo soliciten.

Cabe aclarar que en forma deliberada y con intenciones subjetivas, se están generalizando los abusos como si fueran todos de índole sexual, que son mínimos, con los denunciantes de abusos físicos, que son la gran mayoría. Sea cual fuere el motivo, las autoridades del Sodalicio han anunciado que analizarán caso por caso y serán asistidos. Todos los casos son condenables.

Si los críticos del Sodalicio han tenido el propósito de que se reconozca que hubo excesos, ya cumplieron su objetivo. El superior general Alessandro Moroni, pidió perdón y lo está haciendo con cada uno de los afectados.

Pero hay otros, muchos más radicales y a los que se les ha unido los enemigos de la Iglesia, que buscan la desaparición de la asociación cristiana. Estos señalan que los abusos eran institucionalizados, lo que la realidad demuestra que no es verdad. Y pueden verse, asimismo, a las nuevas generaciones de sodálites que están felices en la organización y que allí han encontrado a Dios. Sería injusto cerrarla por los pecados de unos cuantos, cuando la inmensa mayoría es gente buena.

Tampoco se puede negar que en esta campaña de descrédito estén interviniendo y financiando los competidores de las inversiones del Sodalicio en cementerios e instituciones educativas. La sucia competencia está entrometiéndose activamente porque “en río revuelto hay ganancias de pescadores”. Les conviene la “desaparición” del Sodalicio, es decir, eliminar a la competencia, para repartirse las ganancias y pretender monopolizar el mercado.

Moroni, además de pedir perdón, ha pedido un castigo para Figari y la reforma integral del Sodalicio con apoyo de El Vaticano.

Un Visitador Apostólico, el obispo de Chota, monseñor Fortunato Pablo Urcey, fue nombrado por la Pontificia Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, que estuvo un año investigando al Sodalicio y brindó su informe. Se está a la espera de qué decide El Vaticano con respecto al futuro de la asociación y qué van hacer con Figari.

Lo que más me da credibilidad sobre las acciones del Sodalicio, es que su Consejo Superior, de motu propio, creó la Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación, presidida por el prestigioso jurista Manuel Sánchez Palacios Paiva, ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia.

Recuérdese que todos los fustigadores al Sodalicio criticaron duramente a dicha comisión, es decir, como ahora con las intenciones del Consejo Superior, dudaron a priori, prejuiciosamente, su trabajo. Luego de terminada su labor y con las duras recomendaciones que hizo, sus detractores lloraron y hasta pidieron disculpas. Cabe reiterar que el propio Sodalicio creó dicha comisión.

Otro motivo por lo cual considero que hay que creerle al Sodalicio es que ha contratado a expertos internacionales para que investiguen los abusos. Estos especialistas -que son de mucho prestigio- asesoraron a congregaciones y a las iglesias norteamericana e irlandesa, y muy pronto brindarán sus informes.

Sí creo en las intenciones del Sodalicio porque ha mostrado mucha responsabilidad al enfrentar el problema. Hay nuevas autoridades, es decir nuevas personas que están cambiando el pasado, una nueva generación que está dando pasos audaces y firmes en la autocrítica y en el deseo de reformarse.

Los hechos valen más que las palabras, por eso sí le creo al Sodalicio.

@sanchezserra

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