(Aeronoticias).-General PNP Vicente Romero Fernández. Jefe de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional (Dirandro).
El jefe de la Dirandro, general PNP Vicente Romero, detalló las nuevas características del tráfico masivo de drogas en el Perú.
¿A qué atribuye la reaparición masiva de los vuelos de la droga?
Es una secuencia lógica la reaparición del famoso puente aéreo que hubo entre los años 1995 y 2001, aproximadamente. Todos los vuelos eran hacia Colombia. Los vuelos salían desde el Huallaga, especialmente de Uchiza, que era la zona más importante.
¿Por qué se paralizó ese «puente aéreo»?
Con la interdicción aérea se intervinieron más de 100 aeronaves. En esa época se hicieron varios operativos de interdicción aérea con excelentes resultados. Sin embargo, en el año 2001, por un error humano de interpretación, estas interdicciones aéreas quedaron suspendidas. Sin embargo, la ley está vigente.
¿Ahora cómo se manifiesta el nuevo «puente aéreo» del narcotráfico?
Los traficantes tienen todo cerca en el Vraem: sus zonas de producción, pozas de maceración, avionetas y su pista de aterrizaje al costado. Prácticamente tienen todo a la mano. Para nosotros es complicado porque estas zonas están llenas de vigías y elementos terroristas que custodian no solo los cargamentos de droga sino también las pistas de aterrizaje.
¿Por qué la mayoría de vuelos es hacia Bolivia?
Porque Bolivia se ha convertido en el centro de acopio y cristalización de la pasta básica de cocaína (PBC). La mayor cantidad de droga que está saliendo del Vraem es PBC, porque en Bolivia están los grandes laboratorios. En Bolivia cualquier avioneta o vehículo terrestre puede salir sin ninguna autorización. No hay mucho control. Tenemos información precisa de que las avionetas son compradas por los narcos al sur de Estados Unidos y algunas fueron robadas en Manaos, Brasil. Una avioneta cuesta medio millón de dólares en Bolivia. El alquiler para ingresar al Perú está entre 50 y 70 mil dólares.
¿Y cuánto le pagan a los pilotos?
A un piloto le pagan entre 20 y 25 mil dólares para maniobrar una avioneta. Esto se ha vuelto un círculo natural, donde el campesinado entra en el negocio, porque por cada alquiler de las pistas cobran entre 10 y 12 mil dólares.
¿Cuántas bases posee la Dirandro en el Vraem?
Existen cuatro bases: en Mazamari, Palmapampa, Kepashiato y Pichari. Pero estamos haciendo un proyecto a corto plazo para crear bases en diferentes puntos del Vraem que colinden con los ríos. Los traficantes aprovechan los bancos de arena que se forman en los rios, en especial en el río Ene, cuando su caudal baja, para habilitar pistas.
¿Cuántas avionetas han sido intervenidas por la Dirandro.
Dos avionetas de procedencia boliviana.
¿Cuánta droga ha sido incautada en lo que va del año?
Un promedio de tres toneladas, entre pasta básica y clorhidrato de cocaína.
¿A qué se debe el incremento de los vuelos de avionetas en la zona del Vraem?
Entre el 2011 y el 2012 estuve al mando del Frente Policial Huallaga, y para nosotros era importante ingresar sí o sí al valle del Monzón. Empezamos con la erradicación de cultivos de hoja de coca en una zona donde en 30 años no se hacían operativos de ese tipo.
¿Cuántas hectáreas se lograron destruir?
Más de ocho mil hectáreas. A raíz de los operativos en el Monzón, se produjo el «efecto globo». ¿Por qué? Porque todos los traficantes que operaban en el valle del Monzón se fueron a Palcazu y Pachieta (provincia de Oxapampa, Pasco), en donde no había bases antidrogas y la presencia de la Policía era mínima. Así que se trasladaron a esa zona con sus cultivos de hoja de coca, pozas de maceración y las pistas clandestinas para permitir el acceso de avionetas de Bolivia.
¿Cómo respondió la Dirandro?
Detectar una pista de aterrizaje no es algo que se hace de la noche a la mañana. Existe un trabajo de campo y tecnológico. Así que el 9 de julio de este año ejecutamos la «Operación Troya». Conseguimos destruir 49 pistas de aterrizaje clandestinas que eran utilizadas por los narcotraficantes. Como consecuencia de lo que hicimos, de inmediato los narcotraficantes buscaron zonas alternativas para no paralizar el flujo de droga hacia Bolivia. Es así que se trasladaron al Vraem.
¿Qué se han planteado?
Pronto los golpearemos en esa zona.
Fuente: La República
Foto: La República
