(Aeronoticias).- Marco Enríquez-Ominami Gumucio (41), en cuyas venas corre sangre boliviana por su lado materno, es un ex diputado chileno de origen socialista que se caracteriza por su simpatía para que Bolivia obtenga su ansiada salida al mar con la colaboración de Chile y el Perú.
En este empeño aboga por una nueva diplomacia de Chile “ que supere el clímax que construyeron dos dictadores ignominiosos (Pinochet y Banzer)” con dicho propósito en la década del 70.
Ominami pretende llamar la atención de sus compatriotas sobre lo decisivo que es tener en cuenta que el 70 por ciento de la carga comercial que sale por el puerto de Arica “depende de Bolivia”, lo que rompe el mito chileno que atribuye su bonanza sólo a ellos
También hace mención a los desafíos que imponen a Chile los ríos bolivianos Lauca y Silala, así como el enorme desafío energético que afronta su país frente a las gigantescas reservas de gas de Bolivia.
Es decir que el joven político, quien también fue postulante presidencial en una ocasión, brega para que Chile adopte una nueva diplomacia, alejada de posturas arrogantes “ que se niegan a construir fronteras porosas” en busca de la integración económica, política, militar y cultural con sus vecinos.
