Como si de gasolina se tratase, hay quien se levanta y no es nadie hasta que se toma una buena taza de café.
Y aunque recientemente hemos visto que esta bebida no es buena compañera de los pilotos, al menos en el A350, KLM probará su utilidad como biocombustible para impulsar sus aviones.
El biocombustible centra muchos de los esfuerzos de la industria, que busca alternativas sostenibles y menos contaminantes al queroseno tradicional. La española Repsol, por ejemplo, trabaja en el desarrollo de biocombustibles de segunda generación con plantas como la camelina y las microalgas. Se consideran sostenibles porque se extraen de plantas que no compiten con los cultivos alimentarios ni por los terrenos ni por lo recursos como el agua.
La aerolínea holandesa ha firmado un acuerdo con la compañía italiana Lavazza dentro del marco de su programa de combustible biológico. ¿El objetivo? Suministrar material orgánico para producir combustible que pueda impulsar sus aviones y hacerlo además reduciendo hasta en un 85% las emisiones respecto al queroseno tradicional.
Así, la cafetera proporcionará restos de café -sirve anualmente 27.000 millones de tazas en todo el mundo- con el que elaborar biocombustible.
Según KLM, la producción de combustible a medio y largo plazo para la aviación sostenible (SAF) es “fundamental para la reducción de CO2 en el sector de la aviación”.
“Al colaborar con empresas como Lavazza”, explicó el vicepresidente para Europa del grupo franco-holandés Barry ter Voert, “podemos lograr nuestros objetivos mucho más rápido”.
Objetivos que pasan por incrementar la disponibilidad de combustible sostenible a gran escala y hacerlo con precios tanto o más competitivos que los de los combustibles fósiles tradicionales.
La cooperación entre KLM y Lavazza se enmarca en la iniciativa Fly Responsibly de KLM.
Primera italiana en sumarse al reto de KLM
Con más de 120 años de historia a sus espaldas desde su fundación, en 1895, por Luigi Lavazza, la firma Lavazza es una de las grandes empresas italianas dedicadas al café premium y será la primera compañía en sumarse al programa de biocombustible de KLM.
El objetivo, en su caso, pasa por escenificar su compromiso con la sostenibilidad. En palabras de su director de relaciones institucionales y sostenibilidad, Mario Cerutti, se trataría de “implementar la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor”.
“Hoy no es suficiente actuar solo, sino que se necesita un esfuerzo global entre todos los actores del mercado”. Se necesita, a su juicio, actuar “de forma transversal” mientras “corresponde a las empresas líderes dar el primer paso”.
Combustible sostenible
KLM es una de las aerolíneas más comprometidas con la sostenibilidad de la industria. Desde 2011, según sus datos, apuesta por la aviación sostenible y actualmente es la única compañía aérea europea que emplea biocombustible en vuelos intercontinentales, según sus datos.
El pasado mayo, la compañía se comprometió a emplear 75.000 toneladas de combustible sostenible al año durante un periodo de 10 años, lo que la convierte en “la primera aerolínea del mundo en invertir en SAF a gran escala”.
En respuesta a su compromiso, la empresa líder del mercado mundial en producción de fuel sostenible, SkyNRG, construirá la primera planta de este tipo de queroseno limpio para la aviación en Europa en Delfzijl, Países Bajos
Air France-KLM lidera, además, el ranking de sostenibilidad del índice Dow Jones en la categoría de aerolíneas desde septiembre de 2019.
Fuente: Cerosdobe.