(Aeronoticias).- Según palabras de José Koechlin, presidente de la cadena Inkaterra, la empresa hotelera no necesita convertirse en un hotel cinco estrellas (para seguir avanzando en su expansión).
No obstante, son sus características las que le distinguen y le ha hecho merecedora de una fama que ha cosechado durante tiempo: su cuidado en los detalles y su cuidado de no modificar el ambiente donde construyen sus alojamientos.
«Lo más difícil para la expansión es buscar los locales. Por ejemplo, encontrar el lugar concordante con nuestras ideas en el Valle Sagrado nos tardó como quince días», informó Koechlin al diario Gestión. Entre los planes para un nuevo local en Urubamba, señaló que invertirá 7 de 30 hectáreas para levantar una plantación que servirá para dotar a su hotel de alimentos.