Hoy las negociaciones pasarán a celebrarse a nivel de ministros. Los Estados industrializados, en desarrollo y emergentes aún tienen posturas alejadas sobre la reducción de las emisiones de efecto invernadero y sobre cuestiones de financiación.
Pese a todo queda camino para llegar a un acuerdo global -que combata eficazmente la amenazante catástrofe climática-, que se pretende lograr el viernes entre los 192 Estados participantes, manifestó hoy el primer ministro danés y anfitrión del encuentro, Lars Lokke Rasmussen, de acuerdo a un cable de la agencia DPA.
Los Estados industrializados, en desarrollo y emergentes aún tienen posturas alejadas sobre la reducción de las emisiones de efecto invernadero y sobre cuestiones de financiación, explicó.
Rasmussen aludió así a las conversaciones informales mantenidas ayer por 48 ministros de Medio Ambiente que acudieron este fin de semana a la capital danesa con la presidenta de la conferencia, la danesa Connie Hedegaard.
«Ella escuchará ahora las reacciones a nuestras propuestas presentadas hasta el momento» y valoró la atmósfera antes del «sprint» final como «buena y constructiva», declaró el vocero.
Tras negociaciones a nivel de funcionarios, son ahora los ministros quienes negociarán sobre el acuerdo contra el cambio climático en la conferencia de la ONU de 12 días de duración.
Antes de que finalice la semana se espera también la presencia de unos 115 jefes de Estado y gobierno en Copenhague.
Por otra parte, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu entregó ayer al secretario de la ONU contra el cambio climático, Yvo de Boer, más de 500.000 firmas a favor de una cuerdo climático que reparta justamente las cargas del calentamiento global.
En tanto miles de manifestantes -según la policía 40 mil, según organizadores cien mil- reclamaban en las calles de la capital danesa que los líderes mundiales actúen ahora para salvar al planeta.
El sábado las autoridades detuvieron casi mil activistas los que fueron liberados excepto 13 de ellos que fueron imputados de haber cometido delitos, pero hoy volvieron a detener varias decenas de ambientalistas.
«No hay planeta B», «Cambien las políticas, no el clima», indicaban los carteles portados por los manifestantes en Copenhague. Algunos vestidos como osos polares y pingüinos con carteles que decían: «Salven a los Humanos».
Otros mostraban un gigantesco hombre de nieve inflable, que amenazaba con derretirse por el calentamiento ocasionado fundamentalmente por la quema de combustibles fósiles, lo que, según el panel de científicos climáticos de la ONU, causará una mayor desertificación, inundaciones, olas de calor y aumento en el nivel del mar.
También se conoció el sábado el pronunciamiento de Klimaforum 09, evento abierto paralelo a la cumbre mundial sobre cambio climático que suscribió una extensa declaración de principios y de carácter programática con el nombre: «Cambiemos el sistema, no el clima», según publica Servindi, un sitio con noticias de pueblos indígenas.
Los ambientalistas señalan que hay soluciones a la crisis del clima pero que se necesita «una transición justa y sostenible» a un modelo que garantice el derecho a la vida y la dignidad de todas las personas al referir que los «impactos negativos del cambio climático causado por el hombre producen graves violaciones de los derechos humanos».
«Las naciones tienen la obligación de cooperar en el ámbito internacional para garantizar el respeto de los derechos humanos en todo el mundo, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. Cualquier acuerdo específico sobre el cambio climático debe entenderse en el contexto más amplio de lograr una transición sostenible de nuestras sociedades», asevera el documento.
Tanto el programa oficial como los eventos organizados por las ONG se reanudarán, después de un día de descanso, mañana y continuarán hasta el 18 de diciembre, día de la clausura de la mayor conferencia jamás celebrada sobre el cambio climático, con 30 mil participantes registrados.