(Aeronoticias).- El periodista Herbert Mujica acaba de informar que están próximos a salir a luz los primeros acuerdos entre los ministros de la Alianza del Pacífico en materia aeronáutica, que incluyen la concesión entre las partes de las llamadas “libertades” que comprenden los derechos a movilizar pasajeros, correos y carga, de un país a otro y viceversa utilizando sus propias compañías de aviación.
Específicamente la quinta libertad indica que una empresa de un país concedente puede embarcar y desembarcar libremente en los terminales de sus socios a cambio de entregar el mismo beneficio a las líneas aéreas de los otros países miembros. Aplicado a la Alianza del Pacífico esto quiere decir que México, Chile, Colombia y Perú podrían recoger y llevar personas y bienes a través de sus compañías propias entre esos cuatro puntos.
El problema es que el Perú no tiene línea aérea de bandera para beneficiarse del acuerdo, lo que quiere decir que los otros países usarán nuestra ventaja de ubicación y nuestro mercado, sin que recibamos nada a cambio. Por irónico que parezca han sido empresas mexicanas y chilenas las que han literalmente expulsado a los peruanos del negocio aéreo internacional, forzando la quiebra fraudulenta de Aeroperú e impidiendo por todos los medios su reflotamiento.
Más aún, se sabe que hay un plan de Taca-Avianca (Costa Rica-Colombia) para adquirir por 8 millones de dólares la marca Aeroperú que hace un año le fue concedida ilegal y casi gratuitamente por Indecopi a un grupo de inversionistas vinculados a Alan García. Así tendríamos una línea con el nombre de “Perú”, de propiedad de capitales extranjeros, tratando de aprovechar la quinta libertad frente a LAN y Aeroméxico.
El presidente Humala que hizo compromisos para devolver un mínimo de soberanía aérea al país, no solo como candidato sino después de ceñirse la banda, ha terminado desertando también este punto, sometiéndose al potente lobby que trata de echarle tierra a los delitos perpetrados en relación a Aeroperú desde su privatización, y de mantener la hegemonía de los chilenos en el mercado peruano.
Tómese debida nota, por ejemplo, que por el uso del derecho a la quinta libertad la empresa LAN le paga al Estado chileno más o menos 560 millones de dólares, mientras que en el Perú le viene gratis. Aquí ellos traen y recogen pasajeros peruanos, chilenos y de otras nacionalidades sin que nadie les ponga un pero. Mientras tanto los idiotas de la prensa se escandalizan cada vez que se les habla de que en este asunto está implicada una gran cantidad de dinero e impuestos, una enormidad de derechos de los consumidores peruanos y varios aspectos de seguridad nacional y soberanía.
Pero Aeroperú era “aeropeor”, contestan con enorme flojera de pensamiento, porque para ellos lo peor siempre fue que el Perú actuara de igual a igual con los otros países.