Liderazgo al estilo de los jesuitas

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(Aeronoticias).- Por estas latitudes aún se vive la emoción y la euforia que los ojos del mundo se posen por un momento en esta remota parte del planeta.

Es muchísimo lo que se ha hablado en las ultimas horas sobre el Papa Francisco  (NO Francisco I pues el número se agrega a partir del segundo, como en los apellidos y los nombres de barcos).

Y no voy a pecar de breve, pero si voy a dar información y opinión, parte de la cual no creo que haya llegado aún a Europa

Puedo comenzar diciendo que ojalá se cumpla lo que por estas tierras se dice y se siente: que si la Iglesia necesita cambiar, Bergoglio «tiene los perejiles» para hacerlo con la necesaria firmeza y la debida prudencia.

Se vienen aires de cambios en Roma, pero a no engañarse, nada será espectacular aunque algunas veces será controversial y muchos lo apoyen y otros lo denosten.

Es un hombre enérgico pero a la vez prudente. Ha hecho una carrera bastante meteórica, pasando por todos los estamentos de gobierno de la Iglesia. Sabe gobernar y es prudente y predica con el ejemplo.

En lo personal tiene la conocida inteligencia y preparación de los jesuitas unida a la humildad franciscana. Por aquí se lo califica, en sentido metafórico, como el «jesuita franciscano»

No hay que dejar de reparar en cosas significativas:

es el primer jesuita en siglos que es aceptado como Papa,

es el primer no-europeo que llega a ocupar el trono de San Pedro,

es el primer Papa que elige ser llamado Francisco, por el santo de los pobres y los humildes.

Son signos demasiado notorios y quien no los vea es ciego.

Es el único cardenal que siempre llegaba al Vaticano caminando, que saluda a todos, que se despide con un «ora por mí» y que a todos les ayuda a ponerse el abrigo luego de una entrevista personal.

Es el clásico hombre del pueblo, de un barrio de Buenos Aires (Flores), que fue a la escuela común, que cursó su secundaria en una escuela técnica (se graduó de técnico químico y trabajó desde temprana edad) y que recién a los 21 años encontró su vocación religiosa.

Es el típico hijo / nieto de inmigrantes europeos, en este caso italianos, que vinieron a buscar un nuevo mundo y una nueva vida a estas tierras, que en la segunda mitad del siglo XIX y primera del siglo XX recibía con generosidad a todos los hombres de buena voluntad del Mundo que vinieran a habitar el suelo argentino.

Para quienes no lo saben, así reza el Preámbulo de la Constitución Nacional «…. para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres de buena voluntad que vengan a habitar el suelo argentino … » [año 1852]

Por lo tanto, lleva en su sangre el espíritu de tantos inmigrantes gallegos, italianos, judíos y alemanes que encontraron en Argentina y en América, su tierra prometida, retribuyendo la acogida con su trabajo, tesón y honestidad y que en la primera parte del siglo XX llevaron a este país a ser una de las grandes potencias mundiales (no recuerdo si la sexta o la séptima).

Pero por sobre todo es un hombre común, argentino y porteño hasta el tuétano, fanático del fútbol como la mayoría (su cuadro es el San Lorenzo del barrio de Almagro), afable, «amiguero», cercano.

Y si alguien no cree en ciertas extrañas señales, ayer, en la Quiniela oficial se dio la paradoja que salieran premiados los números asociados a «el cura» y a «el Papa» pero lo más extraordinario es que salió premiado el número con las ultimas cuatro cifras de su carnet de socio del club de fútbol San Lorenzo de Almagro !!!! Pues hay que creer o reventar !!!!

Es extremadamente humilde en su corazón y en su vida cotidiana. Es un cura diferente a la imagen que se tiene de quien llega al papado.

Fíjense:

como Arzobispo de Buenos Aires (su diócesis  y Cardenal Primado de la Argentina, no vive en el hermoso palacio episcopal ubicado en San Isidro, sino en un humilde apartamento de un solo ambiente con cocinita que se hizo adecuar en el edificio de la curia metropolitana justo al lado de la Catedral, frente a la Plaza de Mayo

se traslada a todos lados en bus o en metro y muy excepcionalmente en taxi.

diariamente se lo ve vestido con un sencillo y algo gastado traje negro sin ningún oropel característico de su jerarquía.

es un verdadero pastor del rebaño de los más necesitados y excluidos, pero no es para nada uno de esos curas tercermundistas y zurdos que tanto mal le han hecho a la Iglesia y a quienes vivimos en América.

sus ceremonias del Jueves Santo no son en la Catedral ni hace el lavapiés entre acaudalados y perfumados representantes de la alta sociedad porteña. Muy por el contrario va a lavar y besar los pies al hospital neuropsiquiátrico, al de los enfermos de SIDA (HIV), a las cárceles, y a las villas miseria, donde pese a ser el gran enemigo de los carteles de la droga, puede caminar con total libertad y con la seguridad que nadie lo va a lastimar.

ha logrado insertar en todos los niveles de la sociedad marginada a curas jóvenes (los curas villeros) que han logrado revertir el avance de los predicadores «evangelistas» especialmente los pertenecientes a las llamadas «sectas electrónicas»

ha tenido los necesarios perejiles para plantarse y cantarles las cuarenta a los cinco últimos gobiernos de Argentina (eso sí, con una prudente contundencia y sin ofender a nadie). Esto le ha terminado valiendo el rechazo de los Kirchner y de toda su corrupta corte política. Debido a los claros mensajes que envía en cada una de sus homilías, el gobierno de los K ha roto la tradición secular de que el 25 de Mayo se celebre el Te Deum oficial en la Catedral Metropolitana, solo para que él no les enrostre el daño que le están haciendo a este país. Buena parte del Kirchnerismo no le ha quedado otra que difamarlo tratando de ensuciarlo por no haber tenido un papel más protagónico en favor de los derechos humanos durante el proceso militar, cuando él era el provincial de los jesuitas de argentina. Está probado que Bergolio abogó personalmente ante los gobernantes militares por curas, catequistas y laicos que habían sigo detenidos durante el Proceso.

ha hecho por la juventud, por los pobres y por los excluidos cosas que nunca antes se habían visto provenir de anteriores cardenales argentinos.

es un hombre absolutamente ecuménico desde todo punto de vista. Es muy apreciado por todos los grandes rabinos judíos e imanes musulmanes de Argentina. Tiene escrito un libro junto con un rabino y otro prologado por otro rabino. La comunidad judía de Argentina es probablemente una de las que más se ha alegrado de la elección del nuevo Papa.

en la anterior elección papal, él era la segunda opción después de Ratzinger, pero decidió con extrema humildad que no era su tiempo y pidió a quienes lo apoyaban que votaran por quien luego resultó Benedicto XVI. O sea que no hay nunca que olvidar que Bergoglio ya era «papable» como sucesor de Juan Pablo II.

¿Que podemos esperar de su papado?

No hay dudas que comienza una era de cambios en la Iglesia, pero no como muchos suponen o desean. Habrá cambios de forma más visibles y cambios de fondo menos visibles.

 

Su gran desafío pasará por:

Revertir la mala imagen actual de la Iglesia universal;

Asestar el golpe de gracia a la corrupción de la Curia romana;

Luchar contra la pederastia de una parte de los curas;

Hacer que la iglesia cotidiana vuelva a sus raíces basadas en el amor a los pobres, el sacrificio y la caridad;

Promover lo que se ha dado en llamar «la nueva evangelización» algo que le encomendó Juan Pablo II (en esto sigue los pasos de San Francisco Javier)

Más allá de la alegría de que el nuevo Papa sea sudamericano y argentino, todos tienen la casi total seguridad que dejará huellas positivas en la Iglesia universal, por lo que ya dije: por ser de otro continente, por su formación religiosa, por ser jesuita, por ser extremadamente humilde, por ser un hombre afable, por ser un hombre que no se achica frente al poder de los gobernantes y de los poderosos, por buscar permanentemente mejorar la calidad de vida de los marginados, y por tantas cosas más. ¿Cuándo se vio que un Papa recién electo, antes de impartir su primera bendición al mundo, pidiera con absoluta humildad que el pueblo rece por él? ¿no es esto un signo destacable?

No sé cuánto de todo lo dicho podrá concretarse ni cuanto le permitirán que concrete. Sabemos que se ganará muchos enemigos poderosos, desde algunos gobiernos, pasando por grupos de poder económico y de otros internos de la curia romana y terminando por los carteles de la droga y la trata de personas.

Por eso todos debemos cumplir su reiterado pedido: orar por él.

Pero lo muy malo de Argentina es que la mayor parte de su clase política está enferma de corrupción, egoísmo, inmoralidad ……

Dios quiera que el Papa Francisco sea la señal que nos indique el comienzo de los cambios que todos ansían ….. Recemos para que así sea.

Compartan esto con sus allegados, para que tengan una mejor visión de lo que se puede esperar del Papa Francisco, el Papa del Fin del Mundo, el Papa argentino.

Liderazgo al estilo de los jesuitas

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