«La prohibición impuesta a los operadores (…) de ofrecer juegos de azar en internet debe ser considerada como justificada con el fin de combatir el fraude y el crimen», señaló en un comunicado el tribunal, basado en Luxemburgo.
El caso examinado por los magistrados atañe un acuerdo de patrocinio entre el sitio web Bwin, basado en Gibraltar, y la Federación Portuguesa de Fútbol, que la justicia lusa penalizó, puesto que la legislación nacional prohíbe los sitios web de apuestas basados en el extranjero. Mientras el tribunal europeo concedió que el dictamen contradice el principio de libertad de prestación de servicios en el mercado europeo, estimó que éste se justifica por «razones primordiales relacionadas con el interés público».
El tribunal señaló que apostar implica un alto riesgo de fraude y que hacerlo en línea, como no hay contacto directo con el proveedor, supone un peligro aún más elevado de actividad criminal. Apostilló que las empresas de apuestas que patrocinan competiciones deportivas pueden «encontrarse en una posición de influencia sobre el resultado» de los eventos y «por lo tanto, incrementar sus beneficios».
En Portugal, sólo pueden operar los sitios web de apuestas controlados por el Estado, así como en Grecia, Alemania y Noruega. En otros países, como España, Francia y Suecia, la legislación está siendo actualmente redefinida, según un analista del grupo de lobby Gambling Compliance.