(Aeronoticias).- Cuatro de cada cinco accidentes aéreos está vinculado con el factor humano, según publicó La Gran Fuerza de México, publicación de las Fuerzas Armadas mexicanas. Y aunque parezca obvio, la presión ejercida en el piloto influye en las posibilidades para que el despegue de la nave termine con un aterrizaje seguro, con las vidas intactas de cada ocupante.
Aunque señala factores que pueden ser detectadas y corregidas -falta de adiestramiento, improvisación, disminución de las capacidades mentales o físicas, impericia, indisciplina y complacencia-, recuerda: «La fatiga, como causante de accidentes, no es algo novedoso o extraordinario; lo verdaderamente importante es la forma en que los pilotos deben lidiar con ella, para evitar que se reduzca a tal grado su capacidad mental, que les impida realizar tareas que exigen un alto grado de destreza, concentración y procesos intelectuales de alto nivel».
Y el verdadero problema de la fatiga -al igual que el estrés- radica en que depende del individuo para detectarlos. «Cómo afecta al individuo, no es fácil de precisar, pues en él se combinan el grado de experiencia, la motivación, los medicamentos que se encuentre tomando o el esfuerzo que desarrolle de forma personal, para evitar que uno u otro afecten su desempeño».
Con información de La Gran Fuerza de México.
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