El ex presidente Rafael Caldera, quien gobernó Venezuela en dos oportunidades, murió el jueves por la madrugada en Caracas, informó uno de sus hijos. El ex ministro de la Secretaría de la Presidencia, Andrés Caldera, declaró al canal local de noticias Globovisión que el ex mandatario de 93 años falleció a las 2 de la mañana (0630 GMT) en Caracas, pero no precisó las causas de su deceso.
Caldera, quien gobernó entre 1969-1974 y 1994-1999, padecía desde hace varios años de la enfermedad de Parkinson. El ex ministro informó que el entierro del ex gobernantes, considerado uno de los fundadores de la democracia venezolana, será el 26 de diciembre en la capital venezolana.
Luego de entregar el mando a Chávez en febrero de 1999 Caldera, quien fue el fundador del partido social cristiano Copei, se distanció de la actividad política y sólo realizó algunas esporádicas declaraciones en las que criticó duramente a su sucesor. Los familiares no aceptarán ningún homenaje de parte del gobierno, indicó el hijo del finado.
Al inicio de su segundo mandato Caldera otorgó el perdón presidencial a Chávez, quien estaba detenido desde febrero del 1992 tras encabezar un fallido golpe militar contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Esa decisión le abrió el camino al teniente coronel retirado Chávez para iniciar su carrera a la presidencia de Venezuela.
«Desapareció uno de los héroes civiles de nuestra democracia», dijo el ex candidato presidencial y dirigente de Copei, Eduardo Fernández, al expresar su pesar por la muerte de Caldera.
Fernández destacó las condiciones de estadista y «hombre de diálogo» de Caldera, y la labor que cumplió en su primer gobierno para lograr la pacificación de los grupos guerrilleros y su pase a la vida política.
«Tuvo una pasión por servir a Venezuela y además fue un hombre de diálogo», acotó. Caldera, abogado y sociólogo, nació el 24 de enero de 1916 en la ciudad occidental de San Felipe, estado Yaracuy. Al ex presidente le sobreviven su esposa Alicia Pietri y sus seis hijos Mireya, Rafael Tomás, Juan José, Alicia Helena, Cecilia y Andrés. Caldera fue considerado el último sobreviviente de la generación que construyó la democracia venezolana en los años cincuenta. A pesar de los 20 años entre sus dos gobiernos, su estilo fue el mismo: reservado, con un tinte populista e implacable con sus adversarios.
Caldera, nacido el 24 de enero de 1916 en el estado central de Yaracuy, intentó siete veces llegar a la presidencia. Fue profesor universitario y ensayista. En 1946, fue cofundador del Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), el primer grupo socialcristiano organizado en el país, que lo llevó por primera vez a la presidencia.
En Punto Fijo, nombre de la residencia particular de Caldera, los principales líderes venezolanos firmaron en 1958 –tras el derrocamiento del dictador general Marcos Pérez Jiménez– el denominado Pacto de Punto Fijo, que regiría las relaciones políticas venezolanas por más de tres décadas. Desde entonces y hasta 1993, el gobierno se alternó entre COPEI y el partido socialdemócrata Acción Democrática (AD).
Fue el propio Caldera el que rompió esa alternabilidad. En las elecciones generales de 1993, se convirtió en presidente una vez más sin el apoyo de COPEI pero con el de 17 organizaciones y dirigentes que en el pasado habían sido sus rivales.
Durante su primer gobierno, Caldera logró que grupos guerrilleros depusieran la lucha armada y los persuadió a pasar al frente político. Veinte años después, algunos de esos grupos fueron su apoyo electoral en 1993.
Caldera demostró conocer al dedillo el sistema político venezolano y el sentimiento de la misma población, cuando aún por silenciar los tiros del primer intento golpista del 4 de febrero de 1992, liderado por el entonces teniente coronel Hugo Chávez Frías, dijo en un discurso ante el congreso que los venezolanos no habían defendido su democracia porque esa democracia no les daba de comer.
El resto de la dirigencia defendió al sistema frente a los militares rebeldes. Caldera sagazmente evitó hacer comentarios sobre los alzados, quienes en ese entonces contaron con la abierta simpatía popular frente al desprestigiado gobierno del entonces mandatario Carlos Andrés Pérez.
Tras dos intentos golpistas de 1992, Pérez fue destituido al abrírsele en la Corte Suprema un juicio por cargos de corrupción y después de eso Caldera ganó las elecciones de diciembre de 1993. Se convirtió en el segundo venezolano en llegar dos veces al palacio de gobierno tras el propio Pérez.
Asumió el poder en medio de la peor crisis bancaria, solicitó poderes especiales, decretó controles de precio y de cambio de divisas.
Durante los cinco años de su segundo gobierno, Caldera manejó su imagen con bajo perfil. Haciendo contadas apariciones en público, evitando entrar en franca controversia con un creciente número de críticos económicos y de la misma población.
Suspendió derechos constitucionales y la mayoría de sus actividades se concentraron en la provincia.
Aunque desde entonces se mantuvo alejado de la escena pública, criticó públicamente algunas decisiones del gobierno de Chávez.
