Desde el fin de semana, cuando fue internado, hasta sus últimas horas, dirigentes políticos, religiosos y distintos allegados al ex presidente llegaron hasta su departamento para interiorizarse sobre su estado y apoyar a la familia.
Por su parte, la presidenta Cristina Kirchner se comunicó telefónicamente –desde Qatar, donde participaba de una cumbre de mandatarios– con Ricardo, uno de los seis hijos de Alfonsín, para hacerle llegar su preocupación por la gravedad del cuadro clínico.
Y según trascendió, los seres queridos del ex jefe de Estado esperarán el regreso de la presidenta para despedir los restos del radical.
Si algo caracterizó a Raúl Alfonsín a lo largo de toda su vida política fue la firme convicción de que el radicalismo, al que ingresó a los 20 años cuando estudiaba abogacía, debía apostar siempre al poder más allá de los conflictos internos partidarios y las discusiones de comité.
De hecho, esta visión de que la UCR era un elemento esencial para el sostenimiento de la democracia, lo llevó a exclamar en diciembre de 2001, en plena debacle del gobierno de la Alianza, "que no se rompa el partido", según relatan dirigentes radicales.
Con esta premisa, ocupó su primer cargo público a los 27 años, al ser elegido concejal en su pueblo natal, Chascomús.
Fue diputado provincial y diputado nacional, ocupó distintos cargos de la dirigencia partidaria y llegó a la Presidencia de la Nación de la mano de la recuperación democrática, en 1983.
Previamente, había sido parte activa de la Multipartidaria que luchó por el fin de la sangrienta última dictadura, tras largos años de ejercicio del terrorismo de Estado.
A la presidencia de la Nación llegó luego de una dura interna que le ganó al delarruismo en 1982 apoyándose en la línea radical "Renovación y Cambio" que se opuso frontalmente al balbinismo.
Alfonsín ya se había enfrentado a Ricardo Balbín en 1972 en una interna que perdió.
La campaña electoral que finalmente le dio el triunfo derrotando al justicialista Italo Luder, la basó en tres puntales que en ese momento consideraba estratégicos: la denuncia de un presunto pacto "militar-sindical"; la mención al Preámbulo de la Constitución Nacional que recitaba al finalizar cada discurso de campaña y el ya legendario "con la democracia se come, se educa y se cura".
Alfonsín le ganó a Luder con el 51,75 por ciento de los votos contra el 40,16.
Sin duda, el juicio a la Junta de Comandantes, que recibieron cadena perpetua, marcó su compromiso con la defensa de los derechos humanos que ya había demostrado al convertirse en uno de los fundadores de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos y ya como presidente el impulso que le dio a la creación de la Conadep.