(Aeronoticias).- La mujer a lo largo de la historia siempre estuvo en una situación de relevo, siendo considerada como un ser inferior, desconociéndoles sus derechos adscritos a la condición humana, prevaleciendo para ellas las obligaciones para con los miembros de la sociedad.
Las mas valientes las que se atrevieron a reclamar en voz alta fueron catalogadas como locas, otras llevaron la peor parte y fueron calladas enviándolas a la hoguera y la guillotina o torturadas de por vida como las mujeres adultas y niñas que participaron de la “Caravana de la Muerte del Perú”, las que fueron obligadas a caminar descalzas y encadenadas con hambre y frío desde el Cuzco hasta el Callao para luego embarcarlas hasta México donde purgarían condena por conspiración, su delito, haberse revelado al yugo español
A las mujeres se les margina, porque la historia del mundo se ha construido en base a conceptos, diferentes para hombres y mujeres. El sistema Patriarcal es el responsable de establecer este ordenamiento, el mismo que institucionaliza al mundo ordenando las relaciones en función a la perspectiva masculina.
Para promover una sociedad equitativa entre los y las peruanas es indispensable reducir las brechas sociales de exclusión. En el Perú el analfabetismo tiene rostro de mujer, a pesar de los esfuerzos que despliegan los gobiernos, no podrá ser erradicada si el sector educación no cuenta con una política clara especifica, equitativa y un adecuado presupuesto. Si no hay dinero todo se convierte en una ilusión. Por otro lado, el uso persistente del lenguaje sexista que incorpora muy sutilmente una supremacía de poder del hombre en relación con la mujer, conlleva a que se les ignore, descalifique e invisibilice. La Ley 28983 de Igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el artículo 4° inciso 3 dice “Incorporar y promover el uso del lenguaje inclusivo en todas las comunicaciones escritas y documentos que se elaboren en todas las instancias y niveles de gobierno”.
La pobreza en el Perú afecta cruelmente a las mujeres, las múltiples situaciones de riesgo a lo largo de sus vidas conlleva a un descuido de su salud, recién cuando se sienten muy enfermas acuden a la posta y a veces el daño ya es irreversible. Pero actualmente vemos con mucha preocupación el incremento de las enfermedades mentales las que son silenciosas por lo que es imperante comprometer al Estado peruano a considerarla como tema de salud pública y contratar personal especializado para efectuar los tratamientos. Es urgente que el Estado invierta en una oportuna red social de salud, la que proporcione salud preventiva gratuita a la ciudadanía más carente.
La discriminación de la mujer pasa también por un limitado acceso a métodos anticonceptivos seguros que trae como consecuencia un elevado número de prole, que conlleva ha postergar su desarrollo..
La violencia cotidiana es otra problemática que afecta a las mujeres, el hostigamiento sexual en el trabajo y la calle, discriminación, subordinación, violencia física y maltrato psicológico por parte del cónyuge o pareja incluso familiares, el ataque desde el fuero académico con chistes y burlas machistas, son elementos que influyen en los sentimientos de desvalorización y pérdida de autoestima de las mujeres.
Las mujeres tienen una vida sobrecargada de trabajos, las menos instruidas que ingresan al mercado de trabajo formal, lo hacen realizando tareas primarias y mínimamente retribuidas. Al no tener calificación educativa no pueden acceder a labores mejor remuneradas, a esto se suma el trabajo que realizan en sus casas que es agotador y que no es reconocido ni
compensado económicamente, así como, el trabajo que realizan en la comunidad (Vaso de Leche, Comedores) y las más afortunadas el trabajo de capacitación.
Un énfasis especial merece el denunciar los lugares de trabajo que se presentan hacinados, muchos no cuentan con condiciones adecuadas, pocos servicios higiénicos, horarios rígidos para el uso de los baños, esto aunado al cambio climático que vive el mundo y que hace que la temperatura se eleve, conlleva a que el trabajo del personal obrero femenino sea inhumano en especial en la estación de verano.
La mujer profesional también se enfrenta a la lucha diaria por demostrar capacidad, para ello tiene que esforzarse el doble, a muchas se les suele recargar funciones pretendiendo que realicen mas trabajos por menos compensación económica, así mismo, su actuar es observado con más detalle y rigurosidad que la de un varón, si una mujer se equivoca es lapidada socialmente.
Los medios de comunicación también se presentan como agentes de discriminación promoviendo una imagen que mancilla a las mujeres, convirtiéndolas en objeto de venta y mercancía. Si tenemos en cuenta que los mensajes que emiten son legitimados por la audiencia, los medios promueven la formación de una opinión pública que es incompatible con la dignidad del ser humano. Los mensajes que trasmiten utilizan muchas veces el “humor” como legitimador del machismo (publicidad de Cervezas mujer como objeto sexual, titulares de prensa con mujeres semi desnudas). Por otro lado, hay poca oferta informativa en promover el desarrollo de las mujeres. Lamentablemente los medios aún no comprenden su rol educativo para con la población, ellos obedecen a grupos de poder que solo les interesa el vender y el ratings, sin embargo, la ciudadanía esta en el derecho de reclamar para que los contenidos que se emitan promuevan una cultura de equidad paz y desarrollo, teniendo en cuenta que el espectro electromagnético por donde se trasmiten sus hondas es patrimonio de todos los peruanos y peruanas.
La problemática expuesta fortalece la discriminación de las mujeres, el medio hostil en el que se desenvuelven a lo largo de sus vidas hace que su participación en la vida pública, se torne muy difícil, postergando el acceso a diversos cargos de dirección. Discriminar a las mujeres significa atropellar sus derechos humanos. El Estado tiene como fin supremo proteger la dignidad de las personas, es entonces responsable de propiciar acciones afirmativas de carácter temporal que velen por la equidad. Estaríamos así en concordancia con la Décimo Primera Política de Estado que se refiere a la Promoción de la Igualdad de Oportunidades sin Discriminación. Creemos que el Estado debe vigilar los contenidos de los medios de comunicación para que estos no refuercen la desigualdad de género creando un Tribunal de Ética.
Por otro lado, la escuela debe enseñar desde la niñez que los consumidores son una fuerza y que no deben consumir un producto o servicio que denigre a los seres humanos.
El Diagnóstico anterior resulta ser un caldo de cultivo que propicia la discriminación de la mujer en el Perú. Investigar sobre este tema obedece a la necesidad de poner en el debate público las inequidades de género, utilizando para ello las diversas escuelas de post grado del Perú originando desde el fuero académico el debate alturado y firme que permita poner en evidencia la problemática de la mujer; así mismo, promover que la Sociedad Civil sea el ente vigilante que cautele los derechos de todos los seres humanos por igual ya que vivimos en un sistema democrático que todos y todas debemos custodiar.
No hay democracia sin equidad y no hay democracia sin dignidad.
EN EL DIA INTERNACIONAL DE LA NIÑA
Rosy Guzmán