Con los transportes suburbanos fuertemente afectados en muchas ciudades y numerosas escuelas cerradas los sindicatos franceses iniciaron hoy huelgas y concentraciones masivas, pero se espera que millones de personas se manifiesten en todo el país.
Debido a la jornada de protesta, Francois Fillon, el primer ministro francés, renunció a participar, en la cumbre de la Unión Europea que comienza hoy en Bruselas.
La ira del pueblo francés, se debería a que tras fuertes manifestaciones similares ya sucedidas con reiterada frecuencia, el pasado 29 de enero, Sarkozy había prometido destinar 2.600 millones de euros (unos 3.500 millones de dólares) para medidas sociales, pero al parecer esto quedó en promesas.
Exacerbando los ánimos de un pueblo francés, que se ve, a si mismo, inmerso en la crisis y con peligro de perder su trabajo, por otro lado expertos sociales expresaron su temor de que los sindicatos podrían canalizar cada vez con más dificultad la ira de muchos ciudadanos que corren el riesgo de ser despedidos, lo que podría dar lugar, y ya lo está dando, a una regionalización y radicalización de las protestas.