Obama tratará el tema un día después de que el Senado, a iniciativa del mismísmo oficialismo demócrata, denegara el dinero solicitado por el presidente para cumplir su promesa de cerrar en enero el centro de detención de presuntos islamistas.
El duelo de discursos será el choque verbal más directo hasta ahora entre Obama y sus críticos de la oposición no sólo sobre Guantánamo sino también sobre qué tácticas están justificadas para detener e interrogar a presuntos islamistas radicales y prevenir nuevos ataques como los atentados del 11-S.El debate sobre la seguridad nacional -que llega precedido por acusaciones de Cheney de que la política de Obama hace al país más vulnerable- es el único tema en que muchos republicanos creen poder hacer mella en un presidente popular y en el dominio de los demócratas del gobierno y el Congreso.
Los senadores dijeron que no darán los fondos a Obama hasta que no se les presente un plan más detallado sobre que hará con los detenidos, y se espera que en torno a esto gire parte del discurso de Obama en los Archivos Nacionales, en Washington.
También se prevé que el presidente hable de recientes decisiones que causaron malestar entre los demócratas más progresistas, como la de continuar con los juicios a algunos detenidos en Guantánamo con los polémicos tribunales militares creados por Bush, en vez de someterlos a la Justicia ordinaria.
Estos sectores también le cuestionan haber ordenado frenar personalmente, con un recurso judicial, una sentencia de un tribunal que autorizó la difusión de fotos de detenidos en el momento en que sufren abusos por parte de militares.Cheney, por su parte, dará un discurso de 45 minutos en un centro conservador, el Instituto Empresarial Americano, titulado "Mantener Seguro a Estados Unidos", y responderá luego preguntas de la prensa en el evento, planeado desde hace varias semanas.
El vicepresidente de Bush criticó duramente la decisión de Obama del mes pasado de desclasificar documentos en los que se detallaba el uso de técnicas violentas en interrogatorios de sospechosos y de prohibir esos procedimientos, Obama sostuvo en una conferencia de prensa hace dos semanas que esas técnicas, autorizadas por Bush, eran "torturas".