(Aeronoticias).- La crisis por la pandemia del covid-19 y el hecho de que el gobierno mexicano nunca cerrara sus fronteras ni obligara a que la industria aérea detuviera sus operaciones, hizo que las aerolíneas locales se comportaran de forma comercialmente agresiva para sobrevivir, señaló Carolyn Prowse, directora comercial de Volaris.
Durante su participación en un webinar organizado por el Centro para la Aviación (CAPA), Prowse señaló que, a pesar de que el gobierno mexicano nunca cerró sus fronteras ni otorgó préstamos o financió aerolíneas para mantenerlas a flote, lograron sacar provecho de la situación.
“Creo que esto nos ayudó porque significó que todas las aerolíneas de México tuvieron que ser extremadamente competitivas para sobrevivir. Asimismo, como resultado de esto, nuestros competidores con costos unitarios más altos (en referencia a Grupo Aeroméxico e Interjet) tuvieron que recortar su capacidad y esto ha representado una mayor oportunidad para nosotros en el mercado”, señaló.
En el último año, tanto Volaris como Viva Aerobus, las dos aerolíneas de bajo costo en el país, han impulsado su conectividad, lanzando rutas desde Ciudad de México y otros destinos, tanto en el segmento local como el internacional y han aumentado sus frecuencias en destinos clave como Cancún.
“En abril tuvimos más capacidad que la que teníamos en 2019, en el mercado prepandémico. Y durante la crisis también hemos ganado 10 puntos porcentuales en la distribución total del mercado. (La crisis) nos ha permitido, de alguna manera, crecer de una forma que no nos habría sido posible previamente”, señaló Prowse.
Las aerolíneas de bajo costo también se beneficiaron de la salida de muchos aviones del mercado mexicano. Interjet, previo a la pandemia, tenía 88 aeronaves (de las cuales 66 estaban operativas) y ahora la aerolínea mantiene suspendidas sus operaciones y enfrenta un proceso de concurso mercantil. Aeroméxico, por su parte, ha reducido su flota, rechazando contratos de arrendamiento de aproximadamente 25 unidades, además de que ha renegociado y reducido la llegada de nuevas unidades B737 MAX.
Estas medidas contrastan con las de Volaris, que firmó nuevos contratos de arrendamiento para incrementar su flota en 2020 y, en lugar de sólo recibir tres nuevos aviones, elevó el número a once.
Fuente: A21.