(Aeronoticias).- El papa Benedicto XVI durante la tradicional misa de gallo dijo que el «gran pecado» de los hombres es actuar de manera presuntuosa por sí solos, competir con Dios, intentar ocupar su puesto y decidir lo que es bueno y malo, ser dueño de la vida y de la muerte.
“Jesús vino al mundo para salvar al hombre de todos los tiempos, que no sabe superar por sí solo las dificultades y peligros y necesita poner su mano en otra más grande y fuerte, una mano tendida hacia él desde lo alto”.
Ante miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Pontífice pronunció el habitual Mensaje de Navidad, en el que repasó la situación en el mundo y pidió el cese de la violencia en Siria.
Benedicto XVI de 84 años, aseguró que Jesús vino al mundo para salvar al hombre de todos los tiempos, «que no sabe superar por sí solo las dificultades y peligros y necesita poner su mano en otra más grande y fuerte, una mano tendida hacia él desde lo alto».
Agregó además que: “Jesús fue enviado por Dios para salvarnos de ese mal profundo, arraigado en el hombre y en la historia, que es la separación de Dios, el pretencioso orgullo de actuar por sí solo, intentar competir con Dios y ocupar su puesto, decidir lo que es bueno y es malo y ser el dueño de la vida y de la muerte”.
Asimismo el Obispo de Roma denunció que la Navidad lamentablemente se ha convertido en un una «fiesta del comercio» cuyas luces esconden el misterio de la humildad de Dios, que nos invita a la humildad y a la sencillez.
El mensaje fue transmitido a 61 países, entre ellos casi todos los latinoamericanos. Benedicto XVI tiene previsto viajar a México y Cuba a finales del próximo mes de marzo.