Mejor ubicados en el ránking están –en orden de ascendente- Sri Lanka, donde uno puede disfrutar de deliciosos y extraños bocadillos; Puerto Rico, donde los estadounidenses pueden sacarle el jugo a sus dólares y chuparse los dedos; Inglaterra, donde las posadas afuera de la ciudad se han convertido en ‘gastropubs’ y donde cada chef está tratando de superar a Jamie Oliver y Japón.
El País del Sol Naciente es el destino gastronómico por excelencia, y no precisamente por su comida marina, sushi y makis. “El 2009 y el 2010 fueron años en los que los estadounidenses se volvieron a enamorar del tocino y descubrieron la panceta. Nosotros predijimos que en el 2011 nos acordaríamos del resto del chancho. ¿Y qué mejor lugar que hacer esto que en Japón? Ese fue nuestro reportaje favorito del año pasado: entrar a un restaurante en Tokio y, en vez de que te entreguen una carta, te alcancen un dibujo de un cerdo y te pidan que señales qué parte del animal quieres”.
Completan la lista Corea del Sur, “la comida más original que también logra ser apetitosa”; Panamá, por la combinación de playa con deliciosa comida frita; Bélgica, el paraíso de los adictos al chocolate y Marruecos, por su diversidad que va desde mercados llenos con postres del Medio Oriente hasta cafés en los que sirven caracoles al mejor estilo francés.