(Aeronoticias) Ahora que China, ese gran gigante asiático, ha decidido unir el Atlántico con el Pacífico a través de un ferrocarril que empieza en Brasil y termina en el Perú, ante la envidia de sus vecinos, cobra actualidad un ambicioso proyecto que llevó a Peking el presidente Alejandro Toledo a fines de su gobierno.
Aquella vez Toledo llevó en su portafolios gestiones que personalmente presentó a las autoridades aeronaúticas de China tratando de convencerlos de la estratégica posición de nuestro país,que mira directamente al Pacífico,para convertirse en un gran Hub.
En efecto, de acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de Turismo (OMT),en la próxima década alrededor de cien millones de chinos viajarán por todo el planeta, desplazando a los estadounidenses, europeos y japoneses como viajeros más frecuentes.
Este impresionante flujo turístico empezó a sentirse desde que el gobierno chino autorizó a sus ciudadanos a viajar por todo el mundo, abriendo sus murallas para conocer otros países, como el Perú que recibió a millares de ellos en el 2005, gracias también a que Peking designó al Perú como » destino turístico autorizado».
Corresponde ahora actualizar este proyecto por este o el próximo gobierno y entonces tal vez veamos acarrear la carga de nuestros productos naturales mediante el gran ferrocarril transoceánico a todo el Asia, mientras veríamos llegar al Perú ( como tituló un diario limeño) «Chinos como cancha».
