(Aeronoticias).- Polonia se enfrentará a la República Checa con la obligación de ganar si quiere pasar a la siguiente fase de la Eurocopa, ya que un empate, válido para los checos, le dejaría y acabaría con el objetivo como anfitrión de dicho torneo.
El técnico polaco, Franciszek Smuda, deberá decidir antes quién ocupa la portería, una vez que Artur Szczesny, el guardameta del Arsenal y una de las estrellas locales, ha cumplido la sanción tras su expulsión en el partido frente a Grecia.
Por su parte, República Checa, con una derrota ante Rusia y una victoria sobre Grecia, decidirá a último momento la alineación de su delantero Tomas Rosicky que viene de sufrir una lesión.
A los checos les bastaría un empate para pasar a Cuartos de Final, siempre que los griegos no lograran ganar a Rusia por una diferencia de goles significativa.