(Aeronoticias): Vietnam es un país con una historia de lucha constante: contra invasiones imperiales, colonización francesa, guerra civil y aislamiento económico. Pero también es una cultura de equilibrio, espiritualidad budista-confuciana y pragmatismo colectivo. Los vietnamitas son trabajadores, resilientes, reservados en público, pero profundamente unidos por su historia y sus valores familiares.
1. Cultura y Sociedad: Familia, Respeto y Armonía
La sociedad vietnamita gira en torno a la familia y al respeto por los mayores. El individualismo no es promovido: se valora más el rol de cada persona dentro del grupo y el bienestar colectivo. La unidad familiar suele extenderse a tíos, abuelos y primos, que juegan roles importantes en la vida cotidiana.
La base cultural está influenciada por el confucianismo, el budismo mahayana, y creencias populares ancestrales que incluyen el culto a los antepasados. Es común tener altares en casa donde se honra a los familiares fallecidos con ofrendas y oración.
En la interacción social, se valora la discreción, la humildad y la contención emocional. Mostrar ira o hacer confrontaciones directas se considera una pérdida de «cara» (honor personal).
2. Política: Socialismo con Rostro Económico Flexible
Vietnam es un país gobernado por un partido comunista único, pero ha pasado desde los años 80 por un proceso de reformas conocido como Đổi Mới (“renovación”), que liberalizó su economía manteniendo el control político.
Hoy es uno de los ejemplos más notables de economía socialista de mercado, con un fuerte crecimiento económico, atracción de inversión extranjera, y expansión del comercio… pero con censura mediática, represión a la disidencia y control institucional desde el partido.
La mayoría de la población vive en relativa paz política, enfocada en el progreso económico y la estabilidad social. La juventud, sin embargo, se informa a través de redes y tiene una visión más crítica y globalizada.
3. Economía: Fabricación, Agricultura y Turismo en Ascenso
Vietnam es una de las economías emergentes más dinámicas del sudeste asiático. Se ha convertido en un centro mundial de manufactura tecnológica y textil, atrayendo gigantes como Samsung, Intel o Nike.
El país también mantiene una fuerte base agrícola: arroz, café (es el segundo exportador del mundo), pimienta y mariscos. Además, el turismo se ha convertido en una fuente clave de ingresos, con destinos como Hanoi, la Bahía de Ha Long o Hoi An.
A pesar del crecimiento, existen desafíos como la contaminación, la desigualdad urbano-rural y los derechos laborales en fábricas exportadoras.
4. Gastronomía: Ligereza, Sabor y Cultura de Calle
La cocina vietnamita es una de las más saludables y sabrosas del mundo. Equilibra cinco sabores (dulce, salado, ácido, amargo y picante) y prioriza el uso de hierbas frescas, arroz, fideos y proteínas suaves.
Platos icónicos:
- Phở: Sopa de fideos de arroz con carne y hierbas, desayuno nacional.
- Bánh mì: Sándwich con baguette, cerdo marinado, encurtidos y cilantro.
- Gỏi cuốn (rollitos de verano): Rollos frescos de papel de arroz con vegetales y camarones.
- Bún chả: Fideos con carne de cerdo a la parrilla, hierbas y salsa.
- Cà phê sữa đá: Café con leche condensada, servido frío: fuerte, dulce, y adictivo.
Comer en Vietnam es una experiencia callejera, comunitaria y sensorial. Los puestos ambulantes, los mercados nocturnos y las pequeñas cocinas son el corazón gastronómico del país.
5. Publicidad y Medios: Censura, Creatividad y Juventud Digital
Los medios en Vietnam están controlados por el Estado, que define los límites de lo que puede publicarse en prensa, TV y plataformas digitales. No obstante, los creativos vietnamitas han encontrado formas ingeniosas de comunicar mensajes emocionales, sociales o publicitarios sin cruzar líneas políticas.
La publicidad se enfoca mucho en la familia, la tradición y el esfuerzo, con una mezcla entre narrativas modernas (influencers, redes) y respeto por los valores tradicionales.
La juventud es altamente conectada: usan TikTok, Facebook, Zalo (app local) y YouTube como plataformas clave para humor, educación, música, negocios y activismo disimulado.
6. Conclusión
Vietnam es un país de fuerza tranquila. Donde la historia se honra sin rencor, donde las cicatrices de guerra han sido convertidas en caminos hacia el progreso, y donde el trabajo diario se vive con disciplina silenciosa.
Su idiosincrasia es la del equilibrio, la del deber hacia los ancestros, el respeto a la comunidad y la búsqueda constante de armonía. En sus calles, en sus comidas, en sus templos y en su gente, Vietnam enseña cómo se puede florecer sin hacer ruido.
Fuente: Sebastian Palacin.