(Aeronoticias) La inflación en Estados Unidos ha sido una de las preocupaciones económicas más importantes desde el inicio de la pandemia de COVID-19. En marzo de 2020, la pandemia causó un impacto significativo en la economía estadounidense, incluyendo el aumento de la tasa de desempleo y el cierre temporal o permanente de muchas empresas.
Como resultado, la tasa de inflación disminuyó. Sin embargo, en los últimos meses, la inflación ha regresado a niveles previos a la pandemia. En mayo de 2021, el índice de precios al consumidor (IPC) aumentó un 5% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esto representa la tasa de inflación más alta desde agosto de 2008. Algunas de las razones del aumento en la inflación incluyen el costo elevado de los materiales y la escasez de suministros, los problemas de la cadena de suministro y el aumento de la demanda, según expertos en economía.
Además, las medidas de estímulo fiscal adoptadas por el gobierno estadounidense, incluyendo el pago de cheques de estímulo y el aumento del gasto público, también han contribuido al aumento de la inflación. Como resultado, la Reserva Federal ha elevado sus expectativas de inflación para el año 2021 a más del 3%, lo que es significativamente más alto que el objetivo del 2% que se había establecido anteriormente. La Reserva Federal ha mantenido sus tasas de interés cercanas a cero y ha indicado que continuará haciendo esto hasta que la economía se recupere por completo.
También se espera que la Reserva Federal mantenga su programa de compra de bonos a largo plazo para ayudar a apoyar a la economía. En general, aunque la inflación en Estados Unidos ha regresado a niveles previos a la pandemia, es importante seguir monitoreando la situación para ver cómo evoluciona en los próximos meses. Si la inflación continúa aumentando a un ritmo acelerado, podría tener consecuencias significativas para la economía estadounidense y para los ciudadanos comunes.
Fuente: La República
Por: Sebastián Palacin
