En dos atentados con sobres-bomba contra autoridades de Bolivia, fueron implicados – sin pruebas – ciudadanos peruanos. La acusación vino de labios del presidente de este país, Evo Morales, quien dijo que se trataba de hechos contra su gobierno en los cuales habrían tomado parte “algunos malos peruanos”.
Morales dijo también que los atentados significaban temas políticos, atribuyendo sus autorías a los sectores derechistas de Bolivia.
Mientras tanto, la cancillería peruana declinó pronunciarse sobre el caso “porque el delito no tiene nacionalidad”, absteniéndose de comentar las declaraciones del mandatario boliviano.