(Aeronoticias).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, sigue retenido en un hospital de la Policía, en Quito, luego de que fuera agredido por policías que le arrojaron bombas lacrimógenas.
Según la cadena Telesur el mandatario viene siendo atentido por una lesión en la pierna, mientras el nosocomio ha sido rodeado por manifestantes que le impiden salir. “Me dicen que han cercado los alrededores”, dijo Correa, quien llamó “cobardes” a los efectivos del orden que lo atacaron.
Asimismo, Correa responsabilizó de cualquier hecho a los policías que intentan entrar a la fuerza a la habitación donde se encuentra. “»Han secuestrado al Presidente, quieren entrar a mi habitación por los techos», señaló.
El gobierno de Ecuador decretó hoy el estado de excepción en todo el territorio nacional y con él delegó a las Fuerzas Armadas las responsabilidades de seguridad interna y externa del país, ante el “frustrado golpe de Estado”, como fue calificada la insubordinación de las tropas policiales y militares.
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En el ámbito internacional, los gobiernos de Argentina, Brasil, España, Chile, Colombia, México y Venezuela ya expresaron su preocupación por estos sucesos, mientras que la OEA se reúne de forma extraordinaria en estos momentos para tratar las protestas en Ecuador.