(Aderonoticias).- Un policía que prestaba servicio en el distrito de Jesús María, en una zona llena de mercados, farmacias y bancos, usaba un respirador con filtros, de esos que dan la impresión de ser más seguros que las mascarillas comunes y corrientes, y que muchos agentes están usando.
–¿Son más seguros contra el COVID-19? – le pregunté.
–Sí, porque tienen filtros y se cambian cada cierto tiempo– respondió.
–¿Lo compró usted?
–Me lo dio mi unidad, la Dinoes– dijo.
Estos respiradores reutilizables de media cara tienen, como dijo el policía, un sistema de filtros que reduce el riesgo de inhalar gases y partículas peligrosas del aire incluyendo agentes infecciosos como el SARS-CoV-2. Si se usan los filtros correctos, este aparato puede ser una barrera efectiva contra la pandemia.
Tienen, además, un mecanismo llamado válvula de exhalación. Es como una pequeña membrana que se abre internamente para expulsar el aire sin filtrar. Según explican los fabricantes en sus manuales y videos instructivos, esto hace más confortable la respiración.
Algunas mascarillas tipo N95 y similares también vienen con válvulas de exhalación. Son fáciles de ver, pues están en la parte frontal o lateral como una pequeña tapa redonda o rectangular, de color blanco o amarillo, a veces con una especie de rendijas. Cumplen la misma función que en los respiradores, es decir, facilitar que el aire exhalado salga.
En una serie de documentos y artículos revisados esta semana por El Comercio, se afirma que tanto los respiradores como las mascarillas con estas válvulas pueden proteger del virus a los que se las ponen. Sin embargo, se aconseja que un infectado con el nuevo coronavirus no las use porque podría poner en peligro a personas de su entorno.
Esta advertencia ya la han hecho organismos internacionales de salud como el Centro de Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos de Norteamérica y algunos fabricantes que en este reportaje detallaremos. En el Perú no se ha dicho mucho al respecto y más bien estas mascarillas y respiradores se usan cada vez más entre policías, soldados y la población. Ni las autoridades se han salvado.
El pasado 4 de mayo, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, acudió a recibir una donación para los albergues de la ciudad. Usó una mascarilla con válvula de exhalación de la marca Steelpro Safety N95. La Municipalidad de Lima contestó que estos protectores dados al alcalde corresponden a un lote de 1.500 mascarillas compradas el 2019 por la Subgerencia de Defensa Civil a un precio unitario de S/4. La proveedora fue Annigoods and Service S.A.C.
Fuente: El Comercio