(Aeronoticias).- El Perú necesita invertir como mínimo el 5% de su producto bruto interno (PBI) en infraestructura de forma permanente, a fin de elevar la productividad del país, refirió el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima. Señaló que destinar dichos recursos permitirá al Perú adicionar 1,48 puntos porcentuales al crecimiento de su PBI per cápita.
El IEDEP de la CCL afirmó que resulta gravitante incrementar la participación del gasto en infraestructura en relación con el tamaño de la economía en el Perú, pues hoy este ratio no supera el 2% del PBI, cifra insuficiente para satisfacer las múltiples y crecientes necesidades del país durante la próxima década.
No obstante, el IEDEP de la CCL precisó que, en la práctica, ello aún no se podría cumplir en nuestro país debido a las limitaciones fiscales para atender las exigencias anuales de inversión en infraestructura. Por ello, consideró vital una mayor participación del sector privado a través del esquema de asociaciones público-privadas (APP), las cuales en la actualidad solo llegan a explicar un 20% o 30% de la inversión total en este sector.
Por otro lado, el IEDEP de la CCL resaltó el fuerte vínculo existente entre la inversión en infraestructura y el desarrollo adecuado del capital humano. En ese sentido, destacó el impacto de las telecomunicaciones en la educación y el efecto que tiene la inversión en agua y saneamiento sobre la salud de la población. Sin embargo, advirtió que el Perú tiene serias deficiencias de infraestructura por la carencia de ellas y el deficiente mantenimiento de las existentes.
Recordó que la estimación para los próximos diez años acerca de los requerimientos de inversión, por la brecha existente de infraestructura, asciende a US$ 43.000 millones anuales aproximadamente.
Diagnóstico a nivel regional
La CCL explicó que las deficiencias en infraestructura se amplían enormemente en el interior del país, acrecentando los niveles de desigualdad social y restando oportunidades a las ciudades para que se inserten en el boom económico. Según el IEDEP de la CCL, regiones como Huancavelica, Apurímac y Amazonas presentan una brecha que supera en 16 veces el stock de infraestructura que registran Lima y Callao. Solo en infraestructura vial, ambas ciudades cuentan con una red asfaltada casi cinco veces mayor que la de Huancavelica.
Por estas razones justificó que el dinamismo de la actividad económica se haya concentrado en las zonas costeras del país donde la disponibilidad de infraestructura es muy superior del stock registrado en las ciudades pobres ubicadas en la sierra y la selva, excluyendo a estas últimas de las ventajas de la mayor apertura del comercio internacional. Por lo tanto, la incidencia del crecimiento económico sobre la reducción de la pobreza es bastante marginal.
Lo anterior tiene sustento en un estudio del Banco Mundial, el cual muestra que en 18 regiones del Perú más del 10% de la población no tiene acceso a ningún servicio mientras que las otras siete regiones son las más pobladas de la costa: Callao, Tacna, Lima, Ica, Moquegua, Tumbes y Arequipa. En cuatro regiones (Amazonas, Puno, Cajamarca y Huánuco) el 40% de la población está excluida de cualquier acceso a la infraestructura de servicios.
El IEDEP de la CCL sostuvo que mejorando la provisión de los servicios de infraestructura en las zonas más pobres del país se eliminarían las barreras al circuito económico, contribuyendo a mejorar hasta en un 36% los ingresos de los hogares si tienen acceso a agua, electricidad, saneamiento y telecomunicaciones, pudiendo además incrementar un 35% estos ingresos si se facilita el acceso a los mercados debido a una mayor provisión y rehabilitación de carreteras.
Por esta razón, consideró importante descentralizar los grandes proyectos de inversión en infraestructura, pues está demostrado el impacto positivo que tendrían sobre el crecimiento y la disminución de la desigualdad en las regiones.