(Aeronoticias).– Si bien el “orgullo nacional” en ambos países podría frustrar todo intento de acercamiento, muchos analistas coinciden en decir que Malasya Airlines (MAS) y Singapore Airlines (SIA) podrían, perfectamente, forjar una alianza comercial que vuelva a unirlas.
Así es, alguna vez, ambas fueron una sola unidad de negocio (Malasia-Singapore Airlines -MAS-), fue antes de que en 1965 Singapur se independizara de Malasia. La separación de las aerolíneas llegó en la década siguiente, en 1972.
Ahora, tienen dos realidades muy diferentes: Malaysia Airlines se esfuerza por mantenerse a flote, mientras que su ex hermana es una de las aerolíneas más rentables del mundo.
Esta semana, se conoció que Malaysia Airlines acordó con su rival una asociación de gran alcance en vuelos, carga y mantenimiento de aeronaves, en una movida que, dicen los analistas, podría anteceder a una posible fusión, publicó SMCP.
Singapore Airlines, que incluye la aerolínea insignia SIA, la unidad regional SilkAir y la aerolínea de bajo costo Scoot, tiene más de 210 aviones, transportó a 35,5 millones de pasajeros el año pasado y generó cerca de US$ 12.000 millones en ingresos anuales.
SIA ha ganado numerosos galardones internacionales por la puntualidad de sus vuelos y es muy conocida por su servicio de lujo, que incluye la conexión sin escalas más larga del mundo: un viaje de 19 horas desde Singapur a Newark, Nueva Jersey.
En contraste, MAS no para de perder y se mantiene gracias a las inyecciones de dinero estatal. Sus ingresos están limitados por la fuerte competencia de las aerolíneas low cost y carga con el lastre de la mala reputación ganada con las tragedias de 2014 con los vuelos MH370 y MH17.
MAS, junto con sus subsidiarias MASWings y Firefly, transportó 16,1 millones de pasajeros en 2018. La compañía cuenta con 113 aviones en servicio, muchos de los cuales son Boeing 737 y turbohélices de fuselaje angosto para atender rutas nacionales y regionales.
Desde hace un tiempo el gobierno de Malasia viene estudiando la idea de cerrar la empresa y, a principios de esta semana, el primer ministro Mahathir Mohamad dijo que era “probable” una venta, siempre y cuando “se conserve la identidad nacional del transportista”.
En un anuncio en conjunto, las dos aerolíneas dijeron que su nueva asociación podría convertirse en una “cooperación de gran alcance”, pero no hablaron de una posible fusión. Entre otras cosas, ofrecerán recompensas a los viajeros frecuentes de ambas aerolíneas.
Una unión les permitirá a ambas empresas posicionarse mejor para defenderse del creciente predominio de la aerolínea de bajo costo AirAsia, con sede en Malasia, porque podrán ofrecer una gama más amplia de tarifas, y más competitivas.
El mayor impedimento para una fusión es político: es más bien un tema sobre identidad nacional de cada empresa en cada país que un negocio. Así hay que analizar la situación.
Otras grandes alianzas
No será la primera vez que aerolíneas tan representativas de países diferentes forjen alianzas. En Europa, Air France y KLM se convirtieron en parte de un mismo grupo de aerolíneas franco-holandesas y British Airways e Iberia se convirtieron en la última de las grandes aerolíneas del continente en unir fuerzas en 2010.
Fuente: Aviación al día.
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