(Aeronoticias) Por la espada, Perera pierde la puerta grande.- Se realizó la tercera corrida de toros comprendida en el abono de la Feria del presente año. A las 3.30 con tres cuartos de plaza sonó el clarín, por cierto seguimos extrañando el toque tradicional para las cuadrillas, salieron los alguacilillos y no salían los matadores. Parece ser que por complicaciones en el tráfico no llegaron a tiempo. Pasados unos minutos aparecieron en la arena El Fandi, con un traje de dudoso gusto a nuestro entender, negro con azabache y alamares de oro, Miguel Ángel Perera vestido de verde hoja y oro, y Alejandro Talavante con un bonito traje violeta y oro. Ellos enfrentarían una corrida colombiana de San Sebastián de las Palmas. Había expectativa por este ganado después del indulto de la semana anterior, pero esta vez los toros defraudaron y echaron por tierra las ilusiones de los aficionados.
El Fandi ha estado voluntarioso como siempre en sus dos toros y muy bien con las banderillas, especialmente en el cuarto toro. Con la muleta no ha podido lucir por las dificultades de sus dos toros, especialmente su segundo. El castaño jugado en primer lugar se salía de la suerte desde la salida; el matador lo va metiendo en el capote y remata con un recorte. Está bien con los palos, siendo mejor el tercer par al violín. De nuevo sale suelto al inicio de la faena de muleta. El matador logra algunos derechazos. Por el lado izquierdo el toro se queda y desluce la suerte porque aprieta. Hay estocada desprendida y hay leves palmas y algunos pitos. Recibe a su segundo con una larga cambiada de rodillas. Coloca tres pares muy buenos saliendo del último corriendo delante del toro acariciando el testuz hasta que lo hace detener. Ante el clamor del público pide permiso y coloca un cuarto par entrando por dentro que resulta muy bueno por lo ajustado que clava en las tablas del tendido 4. Con la muleta no hay mayores posibilidades porque el toro tiene ese peligro sordo que perciben los toreros y que generalmente el público no aprecia. Clava una estocada entera de la cual cae el toro. Hay silencio.
Miguel Ángel Perera es un torero que gusta en Lima, no solo por su estilo muy ojedista sino porque siempre sale dispuesto a darlo todo por agradar. Recibe a su primero con verónicas a pies juntos y después del puyazo hace un quite muy variado intercalando chicuelita, tafalleras, gaoneras y afarolados. Hay gran ovación. Con la muleta brinda al público y va metiendo al toro en la muleta logrando algunas buenas series conla derecha. Al matar pincha y termina con el descabello. Hay ovación, alguna petición de oreja y da la vuelta al ruedo. En el quinto no hay mayor brillo con el capote. Inicia la faena de muleta con varios cambiados por la espalda y luego realiza una faena de mucho dominio, metido entre los pitones y llevando muy toreado al ejemplar colombiano. De tanto ajustarse es volteado dos veces. Hay clamor en los tendidos y se presiente un final de puerta grande pero nuevamente falla con la espada dejando un pinchazo hondo y descabellando al tercer intento. Hay una apoteósica vuelta al ruedo.
Alejandro Talavante ha tenido muy mala suerte esta vez con el lote que le tocó. El ganado no fue bueno pero los dos peores se los llevó este torero. El primero era un manso de carreta, feo de tipo además. Aquí creo que el juez estuvo bien. Hemos criticado al palco en las corridas anteriores por gruesas fallas pero esta vez, en justicia, tenemos que respaldarlo por su acertada decisión de no devolver al tercer toro. El público pedía el cambio y gritaba pidiendo otro juez, pero el del palco se mantuvo firme y no cambió al toro. Debe entender el público que si el toro está en condición física buena y embiste a los capotes, así sea un manso no hay motivo para cambiarlo. Ello obliga al matador a lidiarlo castigándolo doblándose con la muleta preparando la suerte suprema y entrar a Mater. Eso antes ocurría y se aplaudía, pero hoy no es aceptado por un público que a veces no sabe ver las corridas, pues creen que a todos los toros se les puede hacer una faena bonita. En el sexto hubo repetición de malas condiciones del toro y nueva desilusión pues nos hemos quedado con las ganas de ver a este buen torero.
Entre los subalternos vimos un buen puyazo de Cesar Caro y con las banderillas dos buenos pares de César de Madrid y uno de Juan Sierra. En la brega, nos gustó el buen toreo y colocación de Valentín Luján.