(Aeronoticias): Un avión regional de American Airlines con 64 personas a bordo y un helicóptero Black Hawk del Ejército de los Estados Unidos colisionan en el aire y caen en el helado río Potomac, cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington. El suceso, ocurrido la noche de este miércoles, ha dejado un saldo preliminar de más de 30 cuerpos recuperados, según informó la filial de NBC en Washington, News4.Avión privado
Detalles del vuelo y la colisión
El vuelo 5342 de American Eagle, operado por PSA Airlines (una subsidiaria regional de American Airlines), transportaba a 60 pasajeros y 4 tripulantes. El avión, un CRJ-700 fabricado por Bombardier, se dirigía al Aeropuerto Reagan cuando ocurrió la colisión en pleno vuelo. El helicóptero Black Hawk, que realizaba un vuelo de entrenamiento, llevaba a tres soldados a bordo.
Según las grabaciones de control de tráfico aéreo, disponibles en el sitio web liveatc.net, el controlador intentó comunicarse con el helicóptero, identificado como PAT25, instantes antes del impacto. A las 8:47 p.m., se escucha al controlador decir: «PAT25, ¿tienes a la vista un CRJ? PAT25, pasa detrás del CRJ». Segundos después, otro avión reportó el accidente, preguntando: «Torre, ¿viste eso?».
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El impacto fue captado por cámaras, mostrando una explosión que iluminó el cielo nocturno. «Vi una bola de fuego y luego desapareció. No he visto nada desde que chocaron contra el río», se oyó decir por radio a un controlador aéreo.
Víctimas y personalidades a bordo
Entre los pasajeros del vuelo se encontraban patinadores artísticos, familiares y entrenadores que regresaban de eventos en Wichita, Kansas. Destacan entre ellos los ex campeones mundiales de patinaje artístico, Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov, quienes trabajaban como entrenadores y viajaban con un grupo de jóvenes patinadores. Según el medio ruso Mash, al menos 13 patinadores, muchos de ellos hijos de emigrantes rusos en Estados Unidos, estaban a bordo.
Operaciones de rescate y condiciones adversas
John Donnelly, jefe de bomberos de Washington D.C., describió las condiciones como «muy duras», con temperaturas gélidas y fuertes vientos. Dan DePodwin, director senior de operaciones de pronóstico de AccuWeather, explicó que en aguas tan frías, la temperatura corporal puede descender rápidamente, provocando agotamiento o pérdida del conocimiento en tan solo 15 a 30 minutos.
Hasta el momento, no se ha confirmado si hay sobrevivientes. El aeropuerto permanecerá cerrado hasta al menos las 11 a.m. del jueves, según el CEO de la autoridad aeroportuaria, Potter.
Investigación y reacciones
El Pentágono ha anunciado que iniciará una investigación para determinar las causas del accidente. Mientras tanto, el presidente Donald Trump cuestionó en una publicación en Truth Social las acciones de la tripulación del helicóptero y los controladores de tráfico aéreo, describiendo la noche como despejada y sugiriendo que el accidente podría haberse evitado: «Esta es una mala situación que parece que debería haberse prevenido. ¡NO ESTÁ BIEN!».
American Airlines, por su parte, ha expresado su cooperación con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) en la investigación. Robert Isom, CEO de American Airlines, aseguró que proporcionarán toda la información disponible.
Contexto histórico
Este trágico suceso recuerda otros accidentes aéreos en la zona de Washington D.C. El más notable fue el vuelo 90 de Air Florida en 1982, que se estrelló contra el puente de la calle 14 sobre el río Potomac, resultando en la muerte de 70 pasajeros y 4 tripulantes. Solo cuatro personas sobrevivieron. El último accidente mortal de un avión comercial en Estados Unidos ocurrió en 2009, cuando un vuelo de Colgan Air se estrelló en el estado de Nueva York, cobrando la vida de las 49 personas a bordo y una persona en tierra.
Fuente: aviacionaldia.com
