(Aeronoticias).- Para el periodista Jacinto Rodríguez Munguía, de El País, las revelaciones ofrecidas por Wikileaks acerca de la relación entre los medios de comunicación mexicanos y dicho gobierno, no constituye en sí un descubrimiento.
Al menos, afirma, si uno ha leído antes el libro «La Otra Guerra Secreta, Los archivos prohibidos de la Prensa y el Poder».
Señalando este cable marcado como Confidencial, se observa que el entonces presidente mexicano Luis Echevarría quiso comprar la cadena de diarios El Sol de México y El Universal para influenciar en éstas para elevar su popularidad a través de mensajes pro-Echevarría.
Rodríguez Munguía, así, desmonta la imagen idílica que los medios de comunicación mexicanos quieren endilgarse y vendérsela a cualquier público: «víctimas del poder», que en realidad estuvieron en co-gobierno para mantenerse como el Cuarto Poder. «Lo que se dio, y que sigue marcando la existencia de la prensa en México, fue una legitimidad en doble sentido: los medios legitimaban al poder y este a los medios. Ambos, medios y gobierno confiaban en que su poder sería eterno permanente y que además, nadie se atrevería a guardar las huellas de esa relación: pagos, acuerdos, pactos, favores, obsequios, el colaboracionismo de periodistas con el poder etcétera».