(Aeronoticias).- Los ya conocidos planes del gobierno de Turquía por tener el aeropuerto más grande del mundo -planes que se han llevado hasta el papel, con la firma de cinco empresas encargadas de dicha construcción- parecen tener un afán de querer convencer al Comité Olímpico Internacional de que Estambul será una óptima candidata para los Juegos Olímpicos 2020.
Como especulación es válida. Un aeropuerto capaz de transportar a 150 millones de pasajeros por año (más de 12 millones mensuales), aunado a los planes de desarrollo urbano que invierte actualmente el gobierno turco en Estambul, son motivos que «vende» la imagen de ciudad ideal-claro está, que se debe tomar en consideración que el aeropuerto culminaría de construirse el 2025-.
Hablando en cifras: Cerca de cien mil personas trabajarán durante la primera etapa, la cual durará cuatro años y empezará a construirse para 2014. El espacio a destinarse ocupará 6’200 hectáreas de terreno forestal -medida criticada por grupos de defensa del medio ambiente-, parte de los 90 millones de metros cuadrados que requerirá el tercer aeropuerto de Estambul, la cual permitirá atender a 150 millones de usuarios anualmente.