El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, afirmó en declaraciones a NBC, que este es un «momento histórico», pero aclaró que la retirada no pone fin al compromiso de Estados Unidos en Irak.
«Estamos finalizando la guerra… pero aún no hemos acabado nuestro trabajo en Irak», afirmó Crowley. «Tenemos un compromiso a largo plazo con Irak», añadió.
Con ello se pone fin de forma oficial a la Operación Libertad Iraquí, que comenzó con la invasión del país árabe en marzo de 2003, y cuyo propósito, según palabras del ex presidente George W. Bush, era «desarmar a Irak de armas de destrucción masiva”.
El dictador, que gobernó Irak entre 1979 y 2003, fue juzgado por la justicia iraquí, condenado a muerte y ejecutado en la horca en diciembre de 2006.
Tras esta retirada, permanecerán en el país árabe un contingente de 50 mil soldados con funciones de asistencia y apoyo a las fuerzas de seguridad iraquíes, que según afirmó el presidente Barack Obama, permanecerán en el país hasta finales de 2011.
La retirada coincidide con un recrudecimiento de los atentados terroristas en Irak, como el perpetrado el pasado martes contra un centro de reclutamiento del Ejército en Bagdad, que dejó un saldo de al menos 57 muertos y 120 heridos.
Por otro lado, la semana pasada un alto cargo militar iraquí, Babakir Zebari, criticó el repliegue estadounidense, porque a su juicio las fuerzas de seguridad locales no estarán preparadas para asumir del control del país hasta 2020.
Desde la invasión de Irak por parte de Estados Unidos hace más de siete años, perdieron la vida un total de 4 mil 415 soldados norteamericanos, y en torno a 32 mil han resultado heridos. Fuente: Andina
