(Aeronoticias).– Para poder reír, bailar, cantar, protestar, amar, llorar, exigir e incluso decidir, primero, es necesario vivir.
Es ese primer derecho que sirve de base fundamental para todos los demás. Sin embargo, algunas organizaciones de carácter feminista y civil han intentado reducir el grado de suma importancia constitucional que tiene este derecho con el fin de crear una arbitrariedad para dejar indefenso al concebido.
Frente a estos atentados contra la vida de la mujer y su hijo surgió en el año 2008 la primera iniciativa de carácter social que en una movilización logró reunir a más de 2 mil personas en el distrito de Chorrillos. De modo que, cada año el número de participantes de la Marcha por la vida supera las expectativas de fechas anteriores y se acrecienta de forma visible e importante a nivel mundial.
El poder de esta manifestación que rechaza el aborto y defiende la vida genera una fuerte presión social dirigida a los sectores políticos del país pues reconoce la ley presente en la Constitución basada en el artículo 1º que señala que: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”.
De manera que, el derecho a la vida no es solo de carácter filosófico en la cual se discute si el concebido es o no es persona sino que además es «pre democrático» y «pre jurídico».
“Nuestro primer derecho, la vida”, es el lema de este año que pretende llevar a la reflexión a los millones de peruanos que tuvieron el derecho a vivir pero también nos lleva a pensar en aquellos ciudadanos a quienes les fue negado este principio.
Unidos por la vida
Salimos a marchar porque es nuestro derecho a manifestarnos no sólo en favor de las mujeres y sus hijos sino también en defensa de los niños, jóvenes, adultos y ancianos para que el Gobierno y el Estado se involucren en la creación de políticas públicas sin recurrir al facilismo a través de la eliminación de vidas inocentes en el vientre materno o aplicando la eutanasia.
Es por ello que este sábado 12 de marzo a las tres de la tarde la concentración será en el cruce de las avenidas Brasil con Javier Prado, para que desde allí podamos expresar nuestro sentir en rechazo a la cultura de muerte, descarte e indiferencia.
Marchemos juntos, marcha con nosotros, marcha por la vida y el amor.
Redacción: Jefrey Cuya Rodríguez | Fotografía: Aleteia.
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