A nadie se le escapa ya que las aerolíneas son una de las empresas más afectadas por el parón económico desatado por el coronavirus.
Lo que parece menos evidente es que este sector cambiará después de este duro golpe y que los consumidores, en este caso los viajeros, serán los primeros en notarlo.
“Si la recuperación es tan lenta como nos tememos, significa que nuestra aerolínea y nuestra fuerza laboral tendrán que ser más pequeños de lo que son hoy”, comentaron recientemente el presidente ejecutivo de United, Oscar Muñoz y el presidente Scott Kirby en un mensaje a sus empleados.
United (UAL) forma junto con American (AAL) y Delta (DAL) y Southwest (LUV) el grupo de compañías que dominan el sector en Estados Unidos. Como principal economía del mundo, lo que ocurra aquí puede ser un muy buen indicativo de lo que pasará en el resto del planeta.
“En el corto plazo, veremos una sacudida”, comenta a CNN Joe Schwieterman, experto en transporte y profesor de la Universidad DePaul en Chicago. “Los jugadores más débiles puede que no sobrevivan. La mayoría de los líderes de la industria esperan una recuperación larga y dolorosa”, añade.
En el caso de que todas las aerolíneas sobrevivan, los expertos creen que todas ellas, tanto las grandes como las pequeñas, se retirarán de los mercados y rutas que se hayan vuelto no rentables en el nuevo entorno. Incluso en las rutas que mantengan, reducirán la frecuencia de los vuelos para tener un mayor porcentaje de ocupación.
Todo ello tendrá una consecuencia para los viajeros: precios más altas que antes de la crisis.
“Habrá menos aviones. Eso significa menos vuelos”, estima el consultor de la industria Mike Boyd. “Así que habrá menos opciones y pagarás más. No hay forma de evitar eso”.
Mark Penn de Harris Poll, una firma internacional de investigación de mercado y consulting, prevé que muchos estadounidenses no volverán a volar ni siquiera pasados seis meses de la desaparición del virus. “A la gente le dan miedo los aeropuertos y, especialmente, los aviones”, advierte a Yahoo Finanzas. “Las aerolíneas van a ver muy reducido su trabajo”. Y, por supuesto, pasará más aún con los cruceros, así como con los hoteles, resorts y millones de trabajos asociados.
Todo indica que los centros vacacionales locales, accesibles en automóvil, ganarán importancia.
Fuente: Yahoo.