(Aeronoticias).- Los aviones más pequeños fabricados por Boeing y Airbus están a punto de encontrar una nueva función, al operar rutas transatlánticas antes reservadas a algunos de los aviones más grandes del mundo.
Los 737 Max y A320neo rediseñados gastan 15 por ciento menos de combustible, con la idea de ahorrar costos en los servicios interurbanos más cortos.
Al mismo tiempo, estos ajustes les permite sumar 800 kilómetros de distancia de vuelo, lo justo para permitir que los modelos de fuselaje estrecho cubran los cuatro mil 800 kilómetros entre el este de Estados Unidos y Europa Occidental.
Si bien es posible que pasar ocho horas en un avión de 39.6 metros con tres baños y un pasillo no atraiga inmediatamente a los pasajeros acostumbrados a las cabinas espaciosas de un Airbus A380, las aerolíneas dicen que los modelos de menor tamaño abrirán rutas directas que de otra forma no serían viables.
Así, ya no se necesitaría cambiar de vuelo en un aeropuerto muy transitado. Al mismo tiempo, los viajeros pueden esperar tarifas competitivas, en tanto las operadoras buscan aeropuertos más pequeños con tarifas de acceso más bajas.
Norwegian Air Shuttle (NAS), JetBlue Airways y la portuguesa TAP son algunas de las aerolíneas que están comprando los aviones para rutas transatlánticas.
NAS saldrá a la cabeza cuando se convierta en una de las primeras operadoras en adquirir el Max 8 de Boeing el año que viene. Sus primeros vuelos podrían conectar Edimburgo y Birmingham, en el Reino Unido, y Cork y Shannon, en Irlanda, con aeropuertos de menor tamaño en Nueva Inglaterra y el área de Nueva York.
“El Max es muy competitivo”, dijo el máximo responsable de Norwegian Air, Bjorn Kjos, en entrevista desde Londres. “Tiene un potencial enorme para las ciudades más pequeñas a lo largo de la costa del Atlántico. Pero no se puede entrar a Nueva York como con los aviones de fuselaje ancho. Hay que elegir aeropuertos con una estructura de costos totalmente diferente”.
Las rutas desde el Reino Unido e Irlanda planeadas para los Max 8 de Norwegian, de 189 asientos, cubrirán unos cuatro mil 800 kilómetros.
Vuelos posteriores podrían conectar Stavanger, Trondheim y Bergen en Noruega y Aalborg, Dinamarca, aunque probablemente utilizarían una versión de larga distancia del A321neo de Airbus conocida como LR, capaz de volar más de seis mil 400 kilómetros con tanques de combustible adicionales, dijo el portavoz Lasse Sandaker-Nielsen.
Norwegian solicitó 30 unidades de 220 asientos en una sola clase en julio.
JetBlue y TAP también planean utilizar el modelo, que estará disponible a partir de 2019. La operadora estadounidense acordó comprar 30 A321neo con la opción de adquirir algunos con la variante LR y dijo que quiere un avión con “distancia transatlántica”.
TAP pidió 10 A321neoLR y dijo que podría usarlos para conectar Brasil y posiblemente Estados Unidos. Su base en Lisboa queda a unos cinco mil 600 kilómetros tanto de Nueva York como de Recife, la sexta ciudad más grande del país sudamericano.
Sea cual sea el resultado, parece seguro que en los próximos años los pasajeros harán viajes más largos en la clase más pequeña de aviones.
“Por ahora esos aviones todavía no han salido”, dijo Yan Derocles, analista de Oddo Securities en París. “Pero llegarán”.
Fuente: El Financiero