Para ello, pretende recortar en un año 200 millones de euros mediante la congelación de las tarifas de ruta y de aproximación, con un ahorro del 3%, y otros 300 millones de euros adicionales de cara a 2014, con el objetivo de rebajar la tarifa de ruta de los 84,14 euros actuales a los 72 euros.
La directora de Navegación Aérea, Carmen Librero, aseguró que este es el «único camino para sobrevivir» y que para ello se necesita «sí o sí» cambiar el actual convenio colectivo de los controladores, cuya primera prórroga finalizó hace cinco años, y en el que el ente público y los sindicatos se hayan inmersos.
En el marco del IV Foro de Cooperación con los Usuarios de los servicios de AENA, Librero aseguró que el actual convenio «impide» cualquier modificación estructural o cambios en el sistema de gestión que «imposibilitan» incrementar el bajo índice de productividad del que adolece la navegación aérea en España (0,55%).
Así, puso como ejemplo los problemas surgidos el pasado domingo en Madrid-Barajas, donde AENA «no tiene la capacidad de gestionar los recursos humanos con el actual convenio» ya que, a pesar de considerar que el personal de turno era el suficiente para operar con las cuatro pistas, el jefe de la torre de control decidió cerrar una de ellas, algo que «no se puedo evitar», pero que tan sólo generó una demora de unos 20 minutos.
Librero aseguró que AENA ha mantenido hasta 47 reuniones con la comisión negociadora y ha presentado seis propuestas diferentes con un mismo objetivo reducir un 3% los costes de navegación en unos 200 millones de euros el próximo año.
Actualmente, AENA cuenta con más de 2.300 controladores en plantilla. En 2008, los costes de navegación alcanzaron los 800 millones de euros, de los que el 70% correspondieron al pago de los salarios del colectivo, con un salario medio de 350.000 euros al año.
La responsable de Navegación indicó que la carga de trabajo actual no supera el 30% de la ocupación del colectivo, por lo que se están estudiando cambios de turno para mantener «los niveles laborales suficientes» para mantener el servicio reduciendo las horas extras.
«Las personas se acostumbran a una determinada manera de trabajar y cambiar es complicado pero o empresa y sindicatos lideramos este proceso de transformación o nos cambiarán porque no hay otra salida en Europa», zanjó.
NUEVAS REGLAS DE JUEGO EN 2012.
En 2012, plazo límite para la consecución del ‘cielo único europeo’, la UE regulará el rendimiento de los suministradores de control siguiendo los parámetros de eficiencia operacional, costes, seguridad, productividad y impacto medioambiental, y penalizará o bonificará a los proveedores que se encuentren dentro de los parámetros establecidos.
«Estas son las reglas del juego y estamos muy alejados, por lo que tendremos que esforzarnos por estar entre los cinco primeros suministradores de Europa, que es donde debemos estar», afirmó Librero, quién admitió que el proceso será «arduo y difícil».
Librero reconoció que alcanzar estos objetivos requerirá un esfuerzo «importante» por parte de todos los agentes implicados y que las medidas contempladas «las van a sufrir además de AENA, las compañías aéreas y los usuarios».
Pero insistió, se necesita «un cambio estructural» que pasa «por un nuevo convenio colectivo para los controladores que permita aumentar la productividad del servicio, al mismo tiempo que reducir los costes para ser más competitivos y recuperar por parte del ente público la gestión de los recursos que, por distintas circunstancias, no está en nuestra mano sino en las de los sindicatos».
«Es una labor complicada pero lo vamos a hacer, pero con mucho cuidado porque el transporte aéreo es un sector sensible ligado al turismo», aseguró.
HACIA UN CAMBIO ESTRUCTURAL
AENA puso en marcha en setiembre de 2008 un plan de viabilidad para hacer frente a la crisis e intentar salir «lo antes posible» de la «posición negativa» en la que se encuentra en Europa, con las tasas más altas, un 68% por encima de la media y el índice más bajo (0,55%) de productividad.
Dicho plan contempla medidas a corto plazo en el área de operatividad ante la caída de la demanda a cifras «espectaculares» –hasta un 20% en Canarias y un 13% en Madrid–, que exige ajustes en el servicio como reducir los costes sin poner en peligro la seguridad y la calidad del servicio (demoras e incidentes); limitar las horas extras mensuales que realizan los controladores y optimizar las rutas negociando con Defensa el uso de pasillos aéreos militares.
Además, recoge medidas económicas como la congelación de las tarifas y de los costes, la renegociación de los contratos con proveedores (entre un 11% y un 12%) y la contención de gastos (viajes, consumos, etc), además de recudir el presupuesto previsto para dicho departamento para el año que viene.
«Este es el momento de hacer un cambio estructural, las crisis son fatales pero dan la oportunidad de realizar cambios estructurales, que generarán ruidos y que afectarán a todos, pero que son el único camino para garantizar el futuro de una navegación aérea sostenible en la que todos estamos involucrados», concluyó.
Aeronoticias considera que este cambio estructural debe ser analizado por las empresas aeroportuarias de los países iberoamericanos con la finalidad de afianzar el principio de economicidad en la prestación de los servicios de transporte aéreo en momentos en que la crisis económica internacional y el alza del precio del barril del petróleo a 80 dólares ha originado pérdidas por más 11 mil millones de dólares a las líneas aéreas del mundo.