(Aeronoticias).- » Hay que soñar lo imposible», dijo el fundador de la aerolínea de bajo coste, Air Asia, Tony Fernandes, cuando la compró hace 13 años por el simbólico precio de 1 ringgit ( unos 20 céntimos de euro) y ahora mueve millones de euros, además de encargar 100 Airbus .
Cuando Fernandes asumió el mando de Air Asia ésta estaba quebrada pero lanzó una vigorosa campaña con el lema : «Ahora todo el mundo puede volar», bajando los precios de los pasajes en una región donde el transporte aéreo es imprescindible.
En efecto, en Malasia, cuna de su nacimiento, millones de personas no podían viajar de una ciudad a otra porque los pasajes estaba fuera del alcance de sus bolsillos hasta que Fernandes hizo el milagro profetizando : » Un día Air Asia será tan conocida como la Coca-Cola».
Esta aerolínea vuela actualmente a más de 100 destinos de 22 países de Asia y ha transportado a 220 millones de personas gracias al sueño que convirtió en realidad su visionario fundador, inspirado tal vez por otro emprendedor, el inglés Richard Brandson, timonel de la aerolínea de bajo coste Virgin, donde Tony Fernandes trabajó como auditor.
En el Perú, país cuyo variado territorio obliga a transportarse en avión, también existen visionarios que abogan por dar impulso a las aerolíneas de bajo coste, pero todavía es un sueño hasta que aparezca un Fernandes como el hombre que levantó de la nada a Air Asia.