(Aeronoticias).- Un grupo de estudiosos a cargo de la arqueóloga Katiusha Bernuy, acaba de descubrir la entrada a la Calle Norte-Sur del templo de Pachacámac, en Lurín, y que sería el ingreso original de este centro pehispánico.
De acuerdo a los trabajos de exploración, que forman parte del Proyecto del Plan de Manejo de Pachacámac, la Calle Norte-Sur data de 1380 a 1440 de nuestra era. Se espera abrir el espacio a los visitantes en el 2013.
Desde esta calle de los peregrinos uno empieza a imaginar cómo pudo haber sido la vida allí en tiempos prehispánicos: la vista da exactamente a la puerta de la tercera columna, a varios cientos de metros de distancia, interrumpida hoy por la carretera, en lo que fue la puerta principal de ingreso en la era Ichma, y tal incluso hasta tiempos de los incas.
Bernuy fue quien descubrió la calle misma escondida en la arena en 2009. «Las paredes de piedra estaban siete metros debajo de la superficie, estas se prolongaron con arena», explica la especialista.
Recientemente hallaron una tumba «de un personaje importante, con deformación craneana, rodeado de mujeres, con un kero ceremonial, así como textiles y vasijas», revela la arqueóloga.
Asimismo, diseños de ave tallados en piedra. También una spondylus gigantesca, y un hueso tallado con un rostro felino.
En la Calle Norte-Sur no se realizan trabajos de reconstrucción, sino de preservación, para respetar la estructura original. Y se viene preparando la musealización de la calle, es decir, presentarla de manera didáctica y entretenida al visitante. Por ejemplo, se ha dejado visible parte del suelo original a través de un vidrio.
Por ese sendero, donde se cruzaban el camino inca de la sierra con el de la costa, llegaban miles de peregrinos a consultar el oráculo de Pachacámac, un espacio de encuentro entre varias culturas.
Lo que llevaban, lo que hacían y cómo eran recibidos, está por descubrirse con el trabajo de Bernuy y su equipo. Andina.